El discurso de investidura de Pedro Sánchez ha incluido escasas novedades. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno se ha limitado a seguir al dedillo el programa de gobierno diseñado por el PSOE la semana pasada en una alocución en la que han tenido más presencia las ausencias que las propuestas. Y es que el presidente en funciones no ha dedicado ni una sola palabra al gobierno de coalición ni a los problemas políticos de Cataluña. Acceda a toda la información de la Investidura en directo
De hecho, la única referencia a la formación morada ha llegado al final de su intervención, tras reconocer que PSOE y Unidas Podemos son “socios preferentes” pero “venimos de culturas muy diferentes”. En cualquier caso, ha asumido que “lo que nos une se resume en muy pocas palabras: la promesa de la izquierda”. Con todo, no ha hecho ni una sola mención a impulsar un gobierno de coalición con ellos.
Parecido destino ha corrido Cataluña. Los problemas políticos específicos de la región no han tenido presencia dentro del discurso de Sánchez. De hecho, solo se ha acordado de ella como receptora de inversiones y de proyectos tecnológicos, como es el Supercomputador Mare Nostrum 5, en Barcelona.
En el PSOE, restan importancia
Fuentes del PSOE restan importancia a estas ausencias. Indican que los mensajes de candidato sobre Cataluña iban implícitas en sus palabras sobre las autonomías y su defensa de la diversidad que permite el modelo autonómico. Misma opinión tienen respecto a sus escasas menciones de un gobierno de coalición. Para los socialistas, este era “el discurso de investidura de Sánchez. No tiene nada que ver con la negociación“, que consideran que no se debería ver afectada por la alocución del presidente.
Sin embargo, esto no es así. Hay enfado y molestia en Unidas Podemos. “No sabemos cuánto más vamos a poder aguantar“, han indicado desde el partido, que retomará mañana las negociaciones con los socialistas tras el jarro de agua fría que han supuesto las palabras de Sánchez.
Prioridades en el ámbito laboral
De vuelta a las palabras de Sánchez, lo cierto es que ha hecho énfasis en su apuesta en el campo laboral. Aunque ha destacado el impulso de un convenio de los trabajadores del siglo XXI, ha anunciado la “derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral“, a pesar de lo dicho últimamente por sus ministros en funciones. Este sería uno de los escasos guiños a Unidas Podemos en su discurso.
También ha hecho hincapié en el sistema de pensiones y su futuro. Ha apostado por recuperar y retomar la Comisión del Pacto de Toledo y poner en marcha las medidas del programa socialista en este campo: consolidar la actualización de las pensiones de acuerdo con el ipc, eliminando el índice de revalorización en vigor, así como eleminar el déficit del sisetma de la Seguridad Social con “nuevas fórmulas de financiación que garanticen la sostenibilidad del sistema” que no ha revelado.
Esto se combinará con una reordenación de las bonificaciones laborales, destinándolas exclusivamente a la inserción en el mercado laboral de los colectivos más vulnerables.
Pocas menciones a lo fiscal
Otra de las fallas del discurso de Pedro Sánchez se encontró en el ámbito fiscal y económico. Aunque sí que mencionó los objetivos de PIB y de déficit del Gobierno para el presente año, así como la mejora de las previsiones económicas, no ha habido ni rastro del amplio catálogo de medidas fiscales que manejan los socialistas, en algunos casos coincidentes con Unidas Podemos.
En este caso, tanto ha hecho mención a la necesidad de “modernizar nuestro sistema fiscal” ante la aparición de las nuevas formas de evasión respaldadas por la nueva economía digital. “Hace pocas semanas supimos que una conocida plataforma digital audiovisual pagó en España 3.146 euros en concepto de impuesto de sociedades. No es la única. Esto no solo resulta insostenible sino que atenta contra los más elementales principios de responsabilidad y de justicia social”.
Aunque no la mencionó explícitamente, está claro que los socialistas mantienen de esta manera su apuesta por la tasa Google y por otras medidas como crear un tipo mínimo de Sociedades.