La Casa Blanca ha expresado este martes su “profunda” preocupación por la detención el pasado viernes de la defensora de Derechos Humanos venezolana Rocío San Miguel por presuntos delitos de traición, conspiración y terrorismo.
“Somos conscientes de los informes de que Rocío San Miguel y, creo, miembros de su familia han sido detenidos. Estamos profundamente preocupados”, ha indicado el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en rueda de prensa.
Asimismo, ha advertido al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que “debe cumplir con los compromisos que asumió el otoño pasado sobre cómo va a tratar a la sociedad civil, a los activistas políticos y a los partidos de oposición”.
La Fiscalía ha imputado a San Miguel delitos de traición, conspiración y terrorismo por un supuesto plan para atentar contra Maduro, por lo que ha solicitado a la Justicia que mantenga a la activista en detención provisional.
El equipo legal de la activista, detenida el 9 de febrero cuando intentaba salir del país en el Aeropuerto Simón Bolívar, ha denunciado que otros cinco familiares han sido detenidos, entre los que se encuentran su hija, Miranda Díaz San Miguel, y su exmarido Víctor Díaz Paruta.
El Gobierno venezolano informó sobre la expulsión de más de 30 militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, implicados en estas conspiraciones, que, según la versión de las autoridades, incluían un magnicidio.
Precisamente este martes, la Organización de Estados Americanos (OEA) aseguró que el caso de la activista hispanovenezolana es un “atropello injustificable” y se trata de otro episodio de “criminalización” de los defensores de los Derechos Humanos.Copiar al portapapeles