El cabeza del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de Brasil, Marco Gonçalves Dias, ha dimitido este miércoles después de que salieran a la luz grabaciones del asalto al Palacio de Planalto el 8 de enero de este año, en las que queda en entredicho el trabajo de las Fuerzas de Seguridad encargadas de proteger la sede del Gobierno.
En las imágenes de las cámaras de seguridad, obtenidas por la cadena CNN Brasil, se observa como en el recibidor del edificio sólo hay dos miembros de GSI –que se encarga de la seguridad institucional–, que no intervienen cuando los asaltantes entran.
También se ve al propio Gonçalves Dias en la antesala de la oficina presidencial, mientras en la planta baja tienen lugar los disturbios, sin aparentemente estar coordinando la actuación de los agentes a su cargo. En el exterior del Palacio, las cámaras de seguridad muestran a la Policía formando un cordón policial a varios metros de los asaltantes, que entran sin dificultad en el párking del edificio.
El GSI ha publicado un comunicado en que aseguran que el asunto está siendo investigado: “Las imágenes muestran la actuación de los agentes de seguridad, que fue, en un primer momento, desalojar el cuarto y tercer piso del Palacio de Planalto, concentrando a los manifestantes en el segundo piso, donde , después de esperar el refuerzo del escuadrón (..), se logró su captura”.
Gonçalves Dias ha presentado su renuncia ante el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha aceptado su dimisión. Según recoge UOL, Lula había recibido presiones para cesar al jefe del GSI, una persona que él había asegurado contaba con su total confianza, ya que ya había sido su asesor en su anterior Gobierno.
Las primeras informaciones que recoge el citado medio señalan a Ricardo Cappelli como sustituto al frente del Gabinete, a falta de que se publique oficialmente el nombramiento en el Boletín Oficial del país.