El Gobierno de Rusia ha pedido este jueves a Estados Unidos y sus “acólitos” que “no se inmiscuyan en los asuntos” internos de Cuba, en medio de las protestas antigubernamentales de los últimos días, al tiempo que ha advertido de un intento de Washington de iniciar una “revolución de colores” en el país.
“Se exige sólo una cosa a Estados Unidos y sus acólitos. Que no se inmiscuyan en los asuntos de los países soberanos”, ha manifestado la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, según ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.
En este sentido, ha pedido a Washington que deje de lado la “hipocresía” a la hora de abordar la situación en la isla y “que sean los propios cubanos, el Gobierno y la población, los que decidan su futuro”.
“Si los estadounidenses realmente están preocupados por la situación humanitaria en Cuba y quieren ayudar a los ciudadanos de a pie, deben levantar el bloqueo, condenado por el mundo entero”, ha remachado Zajarova.
Ciudadanos cubanos han salido a las calles en los últimos días para expresar su descontento por la carestía de productos básicos, como alimentos y medicinas, y miembros de la comunidad internacional y ONG, entre otros, han denunciado una dura represión contra los manifestantes.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tildó el miércoles de “mentira” y “total calumnia” las denuncias sobre la represión de las protestas en la isla, al tiempo que apeló a la “unidad” de los cubanos.