Foto: tomada de europapress.com
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, se ha manifestado este miércoles a favor de retomar las negociaciones con Ucrania poco después de que el Ministerio de Defensa ruso haya anunciado la retirada del Ejército ruso hacia la orilla occidental del río Dniéper.
“Seguimos abiertos a las negociaciones. Nunca las hemos rechazado, estamos listos para realizarlas, por supuesto, teniendo en cuenta las realidades que se están gestando en este momento”, ha explicado, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
Zajarova también ha criticado a Alemania, asegurando que, en lugar de empujar a Ucrania a las negociaciones, sigue suministrando armas. “La parte alemana, en contra de sus propias leyes y reglamentos que prohíben la exportación de armas letales a regiones en crisis y zonas de conflictos armados, continúa suministrando sistemas de armas al régimen de Kiev, alentando así su continuación de las hostilidades a toda costa”, ha especificado.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha encargado al comandante Sergei Surovikin de las fuerzas rusas en Ucrania que “comience con la retirada de las tropas y tome todas las medidas para garantizar la transferencia segura de personal, armas y equipos a través del río Dniéper”.
Las autoridades establecidas por Rusia en la ocupada provincia ucraniana de Jersón (sur) anunciaron el lunes el final de la “evacuación organizada” en la “orilla oriental” de la región y afirmaron que el resto de personas que quieran abandonar la zona tendrán que hacerlo por sus propios medios.
Rusia culminó a finales de octubre una primera fase de la evacuación, aunque unos días más tarde las autoridades prorrusas decidieron extender el perímetro de evacuación otros 15 kilómetros adicionales. El Ejército ucraniano ha seguido avanzando en la región, si bien ha alertado de posibles “trucos” de Moscú durante el repliegue.
La ocupada región de Jersón forma parte de las regiones ucranianas anexionadas en septiembre por Rusia, junto con Lugansk, Donetsk y Zaporiyia en una medida que fue rechazada por la comunidad internacional.