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El Gobierno nicaragüense ha procedido a cerrar las ramas de la ONG católica Cáritas en Nicaragua, sumándose así a la lista de cientos de organizaciones no gubernamentales cerradas en los últimos meses y marcando una nueva brecha entre el Gobierno y la Iglesia Católica.
El Ministerio de Gobernación ha cancelado la personalidad jurídica de Cáritas Nicaragua y Cáritas Jinotega, a través de la “disolución voluntaria” acordada por sus propios miembros, según informa ‘La Prensa’.
Este martes también se ha cancelado la personalidad jurídica de dos universidades católicas nicaragüenses, la Universidad Cristiana Autónoma de Nicaragua (UCAN) y la Universidad Juan Pablo II, ambas operando como asociaciones y acusadas de incumplir una controvertida ley que limita la actividad de las ONG en Nicaragua y que ya ha servido como instrumento para el cierre de cientos de organizaciones.
Este tipo de medidas ha aumentado a raíz de las protestas opositoras de 2018 y del proceso electoral de 2020, cuando decenas de disidentes fueron encarcelados. La semana pasada un grupo de expertos de Naciones Unidas acusó a Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, de perpetrar abusos equiparables a crímenes contra la humanidad.
Es uno más de los roces entre la Iglesia Católica y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que anteriormente exigió “democracia en el seno de la Iglesia católica”, calificándola de “mafia organizada”, después de que el Papa Francisco criticara la reciente condena de 26 años de cárcel contra el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
“Son una mafia, miren los crímenes que han cometido, cuántos crímenes han cometido”, aseveró Ortega, ironizando sobre el respeto que le puede tener a los obispos que ha conocido en Nicaragua ya que, según él, “eran somocistas”, seguidores del dictador nicaragüense Anatasio Somoza.