El ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el senador por Vermont, Bernie Sanders, se convirtieron en los claros protagonistas del Supermartes, jornada en la que 14 estados y un territorio estadounidense celebraron primarias demócratas. Biden lideró en número de victorias al ganar en nueve de los catorce estados, según los datos publicados por las autoridades locales, pero Sanders se lleva la joya de la corona: California. Eso sí, Biden se hace también con el estado clave de Texas, con 228 delegados.
Sanders sí ha liderado los resultados de las primarias demócratas en California, uno de los estados más importantes del Supermartes junto a Texas por el número de delegados que reparte, un total de 415.
Hasta la celebración de estas primarias, Sanders contaba con una ligera ventaja en número de delegados del Partido Demócrata frente a los que acumulaba Biden, que al inicio de la carrera por la nominación demócrata se había perfilado como el principal favorito y no tuvo un buen inicio en Iowa.
Por su parte, el multimillonario empresario, Michael Bloomberg, ha logrado solo una victoria en Samoa Americana, que le brindó sus primeros cinco delegados de la noche, tras haber desembolsado alrededor de 500 millones de dólares de su fortuna en una de las citas clave de la temporada en la búsqueda por la nominación del partido.
Al cierre de las primeras mesas electorales, Biden sacó músculo al lograr triunfos en Virginia y Carolina del Norte mientras Sanders se embolsó Vermont, repartiendo así delegados entre el favorito del establishment del partido (tras la salida del ex alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, o la senadora por Minnesota, Amy Klobuchar) y el abanderado del ala más progresista.
Poco después, a las 8 de la noche, hora local en la costa este del país, el ex vicepresidente de EEUU arrancó con una nueva conquista en Alabama, que una hora después estuvo seguida de otra más en Oklahoma al tiempo que Sanders sumó Colorado. Conforme transcurrió la noche, Biden también ganó en Tennessee, Arkansas y Minnesota. Por su parte, el senador de Vermont se llevó Utah.
Biden habló desde Los Ángeles, California, antes de que cerraran las urnas en dicho estado, donde agradeció los apoyos de Klobuchar y Buttigieg. “Esta campaña está viva y hará que Donald Trump tenga que hacer las maletas”, aseguró, criticando a la prensa que hace unas semanas daba su candidatura por muerta.
El ex vicepresidente de Estados Unidos recordó la presidencia de Barack Obama y se comprometió a ofrecer coberturamédica asequible para todos, así como a lograr precios más baratos para los medicamentos o plantar cara a los fabricantes de armas de fuego. “Wall Street no construyó este país, ustedes lo hiciero”, incidió al tiempo que animó a los votantes a “recuperar de nuevo el control” de Estados Unidos.
The press and the pundits declared us dead — but tonight has made clear that we are very much alive. We're building the campaign that can unite the party and beat Donald Trump — but we need your help to do it.
Chip in to keep this momentum going: https://t.co/QgjqRYLxiB
— Joe Biden (@JoeBiden) March 4, 2020
Es importante tener en cuenta que, según las normas impuestas por el partido demócrata, cualquiera de los candidatos necesita superar un umbral del 15% para ganar delegados en los estados donde se celebran primarias. Gracias a estos cálculos, la congresista de Hawai, Tulsi Gabbard, logró rascar un delegado en los caucuses de Samoa Americana, donde Bloomberg lideró los resultados. El empresario también logró un número residual de delegados en otros estados, como Tennessee, donde sumó otros cuatro.
Pese a que Biden acumulaba un mayor número de victorias de la noche, Sanders dejó claro en Essex Junction, Vermont, que estaba “absolutamente seguro” que va a ganar la nominación demócrata y “derrotar al presidente más peligroso de la historia del país”, en referencia a Trump. “Somos un movimiento multigeneracional y multiétnico cansado de que la riqueza vaya al 1%” dijo el senador que abogó que sus seguidores quieren “cobertura médica para todos como un derecho humano” así como una educación universitaria gratuita.
En su discurso, Sanders aclaró que tanto él como el movimiento que representa plantarán cara “al establishment empresarial, a la avaricia de Wall Street, las farmacéuticas y las aseguradoras”. También adelantó que estaba casi seguro que podría ganar en California, el mayor bastión de delegados y el estado más grande del país. Una predicción que posteriormente se hizo realidad, según las proyecciones de los medios estadounidenses.
This campaign is doing something different. We are building a movement of working people, by working people, and for working people. Let's win this together. pic.twitter.com/gti7DzTEhD
— Bernie Sanders (@BernieSanders) March 3, 2020
Bloomberg y Warren no se dan por vencidos
Desde West Palm Beach, Florida, Bloomberg defendió su candidatura asegurando que su único objetivo es “derrotar a Donald Trump”. “Quiero reconstruir el país y hacer cosas”, señaló haciendo mención a sus metas de detener la violencia relacionada con las armas de fuego y combatir el cambio climático. “Esta es una campaña para unificar de nuevo al país”, dijo el ex alcalde de Nueva York, quien dijo que continuará con su cometido electoral en otros estados clave, como Florida.
It’s always great to be back in Florida. Together, with your support, we will beat Trump and rebuild America. Join us LIVE: https://t.co/8y5D7aIGl4
— Mike Bloomberg (@MikeBloomberg) March 4, 2020
Previamente, habló desde Detroit, Michigan, la senadora por Massachussetts, Elizabeth Warren, la derrotada de la noche que no logró ninguna victoria, ni siquiera en su propio estado, y quien defiende junto a Sanders una posición más progresista. Warren dejó claro que no tiene intención alguna de retirarse de la carrera presidencial.
“Mi nombre es Elizabeth Warren y soy la mujer que va a vencer a Donald Trump”, dijo la senadora mientras subía al escenario en el Eastern Market. También instó a los votantes a no escuchar los pronósticos de los expertos, sino a votar con el corazón. “La predicción ha sido un negocio terrible y los expertos se han equivocado una y otra vez”, recordó Warren.
Yes, these are hard times. Yes, people are afraid. And the danger is real. Our very democracy hangs in the balance. But Latinx and Chicano history teaches us the power of fighting back. pic.twitter.com/wrIKGIPWI8
— Elizabeth Warren (@ewarren) March 4, 2020
Publicado por nuestro aliado ElEconomistaAmerica.com