El equipo legal Donald Trump ha asegurado que han completado la búsqueda de material confidencial en las residencias del expresidente de Estados Unidos y que todo lo encontrado hasta el momento se ha entregado al Departamento de Justicia.
“Hemos tratado de realizar las búsquedas en todos los espacios importantes y cada vez que hemos encontrado algo, lo hemos entregado de inmediato”, ha dicho en CNN el abogado de Trump, Timothy Parlatore, quien ha responsabilizado a la Casa Blanca de que se sigan descubriendo este tipo de materiales años después.
“Cuando el Departamento de Justicia investiga estas cosas, automáticamente inician procesos penales y tratan de amenazar a las personas con ir a la cárcel por algo que es un fallo procesal institucional que no tiene nada que ver con Mike Pence Donald Trump o, francamente, Joe Biden”, ha dicho Parlatore.
El abogado ha intentado así hacer un paralelismo entre el caso de Trump y el del exvicepresidente Pence y el presidente Biden, a quienes también se les ha encontrado en los últimos meses material considerado confidencial.
Parlatore también ha hecho referencia a una información de CNN que contaba que entre los últimos informes secretos entregados por Trump se encontraba una carpeta con el título ‘resumen vespertino clasificado’, así como un ordenador portátil de uno de sus asistentes desde el que se habría escaneado material clasificado.
Sin embargo, Parlatore ha asegurado que dicho carpeta estaba vacía y que Trump la ha estado utilizando para tapar la luz de un teléfono que tiene en su mesilla de noche que le impedía dormir.
“Tiene uno de esos teléfonos fijos al lado de su cama, tiene una luz azul y lo mantiene despierto por la noche. Así que tomó la carpeta y la puso encima para que mantuviera la luz apagada y pudiera dormir por la noche. Es solo una carpeta (…) No hay nada ilegal al respecto”, ha zanjado el abogado.
Por otro lado, Parlatore, que también representa a Trump en el caso sobre los ataques al Capitolio, ha confirmado que el magnate tiene intención de hacer valer el privilegio ejecutivo para limitar las comparecencias de Pence y del exasesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, citados a declarar en la investigación.