Foto: tomada de europapress.com
La Inteligencia ucraniana ha descubierto en Jersón, recientemente liberada, una nueva cámara de tortura donde las tropas rusas habrían interrogado y extorsionado a los ucranianos locales que se negaron a colaborar con Rusia durante su ocupación.
“Los racistas (en alusión a Rusia) mantuvieron allí en condiciones inhumanas a los patriotas locales que se negaron a cooperar con el enemigo”, se recoge del informe presentado por los servicios secretos ucranianos, que alertan de que en la sala se han encontrado objetos que “indican directamente signos de tortura”.
Según las autoridades ucranianas, los equipos de investigación están trabajando sobre el terreno para documentar todos los crímenes cometidos contra la población local e identificar a los culpables para, finalmente, llevarlos ante la justicia, según recoge la agencia de noticias UNIAN.
Ucrania, a medida que ha ido recuperando terreno ocupado por Rusia, ha denunciado la aparición de cámaras de tortura, así como fosas comunes con decenas de civiles amontonados, principalmente en Bucha, Mariúpol e Izium.