Una mujer británica de 50 años, Angela Glover, ha sido confirmada como la primera víctima mortal del tsunami provocado por la erupción el pasado viernes del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, en Tonga.
Grandes zonas del archipiélago que conforma Tonga se encuentran incomunicadas por los daños causados por la erupción y el tsunami, que provocó la alerta durante el fin de semana de Japón a Chile y de Alaska a Australia. Hasta el momento se habían confirmado dos bañistas muertas en Perú por el oleaje y daños materiales en Nueva Zelanda.
La última víctima, Glover, estaba intentando salvar a sus perros del gran oleaje provocado por la erupción cuando se soltó del árbol al que estaba agarrada y fue arrastrada por el agua, según informa la cadena británica Sky News, que cita a la familia de Glover. La mujer gestionaba un refugio para animales en Tonga junto a su marido, que ha sobrevivido.
El cuerpo de la mujer ha sido localizado, según ha explicado su hermano, Nick Eleini. “No tengo palabras para describir cómo nos sentimos en este momento. Es una terrible conmoción. Somos gente corriente. Cosas así no les pasan a personas como nosotros, pero ha sucedido”, ha declarado a Sky News desde la residencia familiar en Hove, Inglaterra.
“Nos lo han confirmado hace unas seis horas, cuando estaba en una escala en Dubái. Se formó un equipo de búsqueda y fue James –marido de la víctima– quien encontró el cuerpo entre unos arbustos”, ha añadido.
Eleini ha destacado que su hermana trabajó en Londres, pero logró cumplir su sueño y vivir en el Pacífico sur. “Amaba los animales y en particular a los perros. Cuanto más feo el perro, más lo quería”, ha asegurado.
El marido de la víctima, James Glover, logró aferrarse a un árbol para evitar que el agua se lo llevara, pero Angela no consiguió agarrarse con la suficiente fuerza, ha relatado. Ambos vivían en Tonga desde 2015.
Vuelos de evaluación
Mientras, las autoridades de Nueva Zelanda y Australia han anunciado el despliegue de varios aviones de sus respectivas Fuerzas Aéreas para supervisar y monitorizar los daños provocados por un tsunami después de que un volcán submarino entrará en erupción junto a Tonga.
La erupción ha expulsado una fuerte columna de humo y ha contaminado el suministro de agua en el país, donde también se han visto cortadas las comunicaciones en un primer momento.
Este lunes, sin embargo, los vuelos se han podido reanudar en Nueva Zelanda y Australia, que ahora supervisarán el estado de las infraestructuras, como carreteras, puertos y cadenas de suministros. Los vídeos difundidos a través de redes sociales muestran a la población corriendo hacia zonas de mayor altitud.
Una comisión neozelandesa ha alertado de que se han registrado daños significativos a lo largo de la costa oeste del país, según informaciones del diario ‘The New Zealand Herald’.
El domingo, el Gobierno de Tonga, que ha convocado un gabinete de crisis para abordar la cuestión, pidió a la población utilizar mascarillas para lidiar con el humo y las partículas en suspensión.