Las autoridades sanitarias de Shanghai han empezado este viernes la segunda parte del confinamiento declarado el pasado fin de semana en la metrópolis y que a partir de este viernes se extiende a los 16 millones de residentes de la zona oeste, mientras el país atraviesa el peor brote de coronavirus desde el estallido de la pandemia.
Los habitantes de esta gran ciudad del país se sumarán a parte de los otros diez millones de confinados de los distritos este y sur, que han estado confinados al completo hasta el jueves por la noche, aunque algunos barrios concretos deberían mantenerse en cuarentena hasta el próximo lunes, como mínimo.
El secretario general del gobierno de Shanghái, Ma Chunlei, admitió el pasado jueves ante los medios que la ola de la variante omicron del coronavirus ha cogido completamente desprevenida a las autoridades, incapaces de comprender todavía en su totalidad el alcance de esta cepa, según recoge el diario estatal chino ‘Global Times’.
Sin embargo, la draconiana política de confinamientos parece haber surtido efecto. El número total de casos diarios de COVID en la ciudad comenzó a disminuir el miércoles, con la constatación de 5.298 nuevos casos asintomáticos transmitidos y 355 casos confirmados, en comparación con 5.656 casos asintomáticos locales y 326 casos nuevos con síntomas informados el día anterior.
Este viernes, la ciudad ha registrado 4.144 casos asintomáticos y 358 contagios con síntomas, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad.
PCR negativas
Después de este fin de semana, cualquier persona que salga de Shanghái debe presentar una PCR negativa válida por 48 horas y una prueba de antígeno negativa válida por 24 horas, mientras las autoridades intentan impulsar la vacunación entre la población de más de 80 años, el segmento que cuenta con el mayor número de gente que no ha recibido la pauta completa de la vacuna.
Estadísticas recientes muestran que más de 212 millones de los 267 millones de personas mayores de 60 años del país están completamente vacunados con al menos dos dosis. Un total del 86,6 por ciento de las personas mayores de entre 60 y 69 años se han vacunado por completo, pero solo el 50,7 por ciento de los mayores de 80 años han recibido la pauta entera.