La Asamblea General de Naciones Unidas firmó una resolución de condena a la invasión de Ucrania por parte de Rusia en una sesión especial de emergencia.
La resolución ha salido adelante con el apoyo de 141 países, mientras que cinco –Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea– han votado en contra. Por su parte, 35 –entre los que destacan China, India, Bolivia, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Irán, Irak, Kazajistán o Vietnam– se han abstenido.
La confrontación bélica entre Rusia y Ucrania inició el 24 de febrero el presidente de Rusia, cuando Vladimir Putin, ordenó a sus tropas bombardear e invadir Ucrania, país vecino.
Según el diario El País de España, “el trasfondo de esta crisis es la negativa rusa a aceptar el acercamiento de la OTAN y de la Unión Europea a la antigua república soviética, a la que Moscú considera parte de su identidad y de su espacio de influencia, y cuyo control juzga vital para su seguridad. Putin cree que ambos países conforman un solo pueblo”.
Para muchos rusos, Ucrania sigue siendo un territorio muy ligado a ellos, algo que también piensan muchos ucranianos. Pero los rusos también consideran a Ucrania un “hermano menor”. No aceptan que los ucranianos puedan dirigir sus propios destinos y decidir lo que quieren. Vladimir Putin y parte de los políticos rusos están acostumbrados a la idea de ser un imperio. Para ellos, representa una humillación que Ucrania siga su propio camino en la política internacional.
En entrevista para Confidencial Colombia los analistas internacionales Atila Lentti, Vladimir Rouvinski y Emilia Cedercreutz, explican el origen de este conflicto, exponiendo además, sí podría generar un nuevo orden mundial. Reviva el diálogo haciendo click en este video: