El presidente de Colombia, Iván Duque, ha expresado que acata “plenamente” la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que condena al Estado colombiano por el secuestro, tortura y violación de la periodista Jineth Bedoya, 21 años después de los hechos.
De forma paralela, Duque ha celebrado que la CIDH haya ordenado la creación de un centro de memoria y dignificación de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y del periodismo de investigación.
“Como presidente de los colombianos, siempre condenaré cualquier acto violento contra mujeres y periodistas”, ha afirmado el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter, donde ha incidido en que el caso de Bedoya “no puede repetirse jamás”. “Esta sentencia debe servirnos de guía en las acciones a implementar para evitar que algo similar vuelva a suceder”, ha continuado.
“Una vez más el Estado colombiano rechaza toda agresión física y psicológica contra las mujeres”, ha insistido Duque, que ha hecho hincapié en que Bedoya “jamás debió ser secuestrada y torturada”. “La sentencia de la CIDH se cumplirá en su totalidad, como siempre Colombia lo ha hecho”, ha remachado.
En Colombia el proceso ha estado marcado por la impunidad con investigaciones insuficientes, retrasos inexplicables y obstáculos procesales que han impedido llegar a toda la cadena de implicados en el hecho.
El 25 de mayo del 2000, la periodista, que trabaja en el diario ‘El Espectador’, fue raptada en la puerta de la cárcel La Modelo de Bogotá en medio de una lucha por el control de los patios entre paramilitares, guerrilleros y mafiosos. En su interior se registraban homicidios, secuestros, torturas y desapariciones forzadas, lo cual denunciaba Bedoya.
La periodista se había desplazado hasta la prisión para una reunión con el exparamilitar Mario Jaimes Mejía, alias ‘el Panadero’, pero resultó ser una trampa: en la propia puerta de la prisión fue amenazada por un hombre armado que la condujo a un sótano cercano a la cárcel.
Más tarde fue trasladada en un vehículo hasta Villavicencio y en el trayecto fue víctima de tortura, maltrato y abusos. Durante una década el caso estuvo prácticamente parado, hasta que en 2012, tras un cambio de fiscal, fueron vinculadas tres personas, los únicos condenados hasta el momento.
Los exparamilitares Alejandro Cárdenas (‘J. J.’) y Jesús Emiro Pereira Rivera (‘Huevoepizca’), condenados a 30 y 40 años de cárcel, respectivamente, y ‘el Panadero’, sentenciado a 28 años de prisión. Pero Bedoya denuncia la impunidad de los autores intelectuales.