En entrevista para Confidencial Colombia, la presidenta del Concejo de Bogotá, María Fernanda Rojas, habla de los obstáculos que se presentaron durante el tiempo en que el cabildo distrital trató de dar la discusión del Proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que impidieron los respectivos debates y asegura que le genera enorme tristeza que esto se haya se presentado durante su período al frente de la corporación.
¿Tiene presentación que la administración distrital expida el POT por decreto?
María Fernanda Rojas: Hay algo que se puede hacer y de hecho lo estamos intentando y es que haya un avance en comisión, que tiene que ver con un acuerdo entre los puntos gruesos. Es lo que creo viable porque ya es imposible decir o pensar en un debate en comisión y luego en plenaria.
¿La Ley si permite que ese tipo de temas se aprueben con avances? Se supone que si se da por decreto, la firma debe hacerse con lo que se presentó para discusión en el Concejo.
María Fernanda Rojas: La Ley dice que si el Concejo no se pronuncia, la alcaldesa o el alcalde puede expedirlo por decreto pero si hay un pronunciamiento, aunque sea parcial, este puede hacerse de esa manera. Está ese debate jurídico, que considero es una posibilidad que no se puede descartar.
¿Han considerado la propuesta del concejal Carlos Fernando Galán, de hundirlo para que la alcaldesa pueda presentar uno nuevo en el 2022?
María Fernanda Rojas: Cada quien tiene derecho a opinar pero la que tiene que pensar en eso es la alcaldesa. Creo que debemos hacer el intento de avanzar en un acuerdo porque me preocupa que se haga en el 2022, en medio de un debate electoral. Si no se pudo en este año, el siguiente será imposible.
Se podría presentar después de elecciones…
María Fernanda Rojas: Claro, pero ya con un nuevo gobierno hay que hacer nuevas concertaciones. Este no es un proceso de unos meses de diálogos con las comunidades, es un tema que viene de atrás, un ejercicio de años. Hundirlo para que se presente de nuevo en el 2022 es una opción propuesta por algunos concejales.
¿Acudió a la fiscalía general de la Nación para que se investigue quiénes están detrás de las recusaciones anónimas que frenaron la discusión del POT?
María Fernanda Rojas: Por supuesto, pero es necesario dejar claro que hay opciones jurídicas que no se pueden condenar como por ejemplo una tutela, esto es un derecho de todo colombiano y soy respetuosa de la Ley, pero hay otras cosas que son trampas, triquiñuelas, como los anónimos y otra donde se utilizó el nombre y la cédula del ciudadano Evaristo Solano para detener el Cabildo. Este señor vino aquí y dijo que no tenía ni idea de lo que se estaba tratando y dejó una declaración en donde queda claro que fue suplantado, y pidió la debida investigación. Esto constituye tres delitos: Fraude procesal, falsedad personal y falsedad en documento.
¿La parece muy serio instaurar una tutela argumentando que aprobar un POT equivale a refundar la ciudad, como lo dice el ingeniero Pablo Elías Rueda?
María Fernanda Rojas: Sobre las tutelas no me pronuncio, soy muy respetuosa de algo que está consagrado en la Constitución, pero considero que este no era el mecanismo para tener una discusión frente al tema del POT porque este no violenta ningún derecho fundamental. Para eso estaban los espacios en el Cabildo, las sesiones y la posibilidad de presentar proposiciones a través de los concejales.
Queda la impresión de una administración que jugó a aprobar el POT por decreto
María Fernanda Rojas: Para nada. Aquí lo que hicieron fue una jugadita sistemática, aquí hubo triquiñuelas. Quienes estuvieron detrás de esto tratan de imponer esa narrativa. Aquí se vio claramente que se quería debatir, junto a mi equipo hice decenas de reuniones con planeación, recorridos en los barrios, la alcaldesa nos acompañó. Hubo evidente voluntad de discutir ese proyecto y quienes se oponían fueron los de las jugaditas, ahora que no vaya a salir la historia al revés haciendo ver a los demócratas como los que se atravesaron.
¿Le queda el sin sabor de no poder aprobar este proyecto que es vital para la ciudad durante su presidencia en el Concejo?
María Fernanda Rojas: Como concejal me queda la frustración porque llevo más de 20 años trabajando los temas urbanos. Bogotá no puede ser una ciudad donde la gente se demore dos y tres horas llegando a su lugar de trabajo, no puede sostener unos buses chimeneas, de expulsión de la gente, etc., esta era una oportunidad hermosa de llegar a unos acuerdos. Radiqué decenas de proposiciones con ideas trabajadas con la gente. Sobre mí recayó gran parte de las sesiones del Concejo pero dedicando las plenarias a resolver recusaciones y triquiñuelas. Todos estos odios políticos que llevan a oponerse sin debatir me generaron enorme tristeza.
En momentos de desespero y angustia, la alcaldesa dice una frase: “Yo pa’ que me metí en esto”, ¿lo ha pensado usted también?
María Fernanda Rojas: Cuando uno está en medio de un momento de angustia dice frases como, “oiga está duro”, pero así es la política y este es el camino que escogimos. A veces no entiendo esa lógica que tienen algunos, que por dañar al otro se llevan la ciudad por delante, eso no lo acepto ni lo entiendo. Este es el papel que escogí y uno no se puede arrepentir ni echar pa atrás, toca pa’ adelante y sobre todo para tratar de construir consensos y acuerdos políticos, eso le sirve a Bogotá.