Cuba ha defendido este lunes la permanencia en su territorio de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y ha exigido a Colombia que cumpla el protocolo establecido en caso de ruptura de las negociaciones con la guerrilla colombiana, que establece el “regreso seguro” de los insurgentes, en respuesta a la inclusión de la isla en la ‘lista negra’ de Estados Unidos sobre países que no apoyan sus esfuerzos antiterroristas.
El pasado 13 de mayo, Estados Unidos anunció la reincorporación de Cuba a esta ‘lista negra’, de la que salió en 2015 en el contexto del histórico diálogo entre La Habana y Washington para normalizar las relaciones bilaterales, por acoger a guerrilleros del ELN y a “numerosos fugitivos de la Justicia estadounidense”.
Aunque entonces el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, ya lo condenaron, la diplomacia cubana ha emitido este lunes una declaración de protesta por su vuelta a “un listado unilateral y arbitrario, sin fundamento, autoridad o respaldo internacional alguno y que, como se sabe, solo sirve a propósitos de difamación y coerción contra países que se niegan a acatar la voluntad del Gobierno de Estados Unidos en sus decisiones soberanas”.
El Ministerio de Exteriores ha incidido en que no hay justificación para devolver al país a esta ‘lista negra’ por la presencia de la delegación de paz del ELN, esgrimiendo que con ello está cumpliendo el Protocolo de Ruptura firmado por las partes –la guerrilla y el Gobierno colombiano– y los países garantes, entre ellos Cuba.
“En él se establece el regreso seguro de la delegación guerrillera a Colombia en caso de romperse el diálogo”, ha recordado la Cancillería cubana, explicando que “debido a la no aplicación de este protocolo es que aún permanecen en el país los miembros de la delegación de paz del ELN”.
Cuba ha acusado al Ejecutivo de Iván Duque, no solo de no cumplir dicho protocolo, sino de llevar a cabo “una serie de acciones hostiles” contra la nación caribeña , entre las que ha mencionado que modificó la “postura histórica de Colombia” de apoyo a la resolución que cada año aprueba la Asamblea General de la ONU contra el bloqueo estadounidense.
Además, ha destacado que “Cuba ha mantenido de manera invariable su apoyo a la paz de Colombia”, recordando en este sentido su rol en el acuerdo de paz con las FARC, al tiempo que ha lamentado que el Gobierno de Duque “no ha asegurado su estricto cumplimiento”.
Así las cosas, ha solicitado a la Casa de Nariño que aclare “cuál es su postura sobre la condición de los garantes en el proceso de paz” con el ELN, en particular sobre Cuba, y sobre “la aplicación y el cumplimiento del acuerdo de paz” con las FARC.
Igualmente ha instado a Colombia a manifestar “su posición oficial acerca de las razones que le atañen para la inclusión de Cuba en la lista elaborada por el Departamento de Estado de Estados Unidos” y, en concreto, “que aclare cuál fue el papel y la postura de sus funcionarios en los intercambios previos realizados con Estados Unidos al respecto”.
“Pretexto endeble”: Cuba
Con todo ello, ha considerado que la presencia de guerrilleros del ELN en territorio cubano “no es más que un pretexto endeble y deshonesto, carente de sentido y facilitado por la actitud ingrata del Gobierno de Colombia”.
“La acusación de Estados Unidos es totalmente infundada”, ha declarado, asegurando que “existen evidencias concretas, algunas de ellas muy recientes”, de la colaboración de La Habana con Washington en materia de lucha antiterrorista.
Además, ha reivindicado que “Cuba es un país que ha sido víctima de numerosos actos terroristas organizados, financiados y ejecutados desde el territorio de Estados Unidos por parte de grupos e individuos que han disfrutado allí de tolerancia y protección gubernamental, realidad que es de dominio público”.
“Fue víctima también en el pasado del terrorismo de Estado perpetrado directamente por el Gobierno de Estados Unidos, que actuó en ocasiones en contubernio con el crimen organizado de ese país”, ha aseverado, indicando que “por acciones de este tipo han muerto 3.478 cubanos y 2.099 sufren o han sufrido algún tipo de discapacidad”.
A eso ha añadido que el pasado 30 de abril la Embajada cubana en Washington “fue objeto de una agresión terrorista” y la Casa Blanca mantiene desde entonces “un silencio cómplice” y “se abstiene de tomar acciones contra personas y grupos terroristas radicados en territorio estadounidense que incitan a la violencia contra Cuba y sus instituciones”.
“Como consecuencia, tras el atentado terrorista contra nuestra misión diplomática en Washington, se han producido amenazas contra la integridad de diplomáticos y embajadas cubanas en Estados Unidos, así como en México, Costa Rica, Antigua y Barbuda, Canadá, Chipre, Austria y Angola”, ha alertado.
El ministerio que dirige Bruno Rodríguez ha advertido de que “la actitud de manifiesta complicidad del Gobierno de Estados Unidos conlleva el peligro de ser asumida como un endoso al terrorismo”.
En este contexto, ha acusado a Estados Unidos de perpetrar “un acto deliberado de distorsión de la verdad” al incluir a Cuba a su ‘lista negra’, al tiempo que ha rechazado “toda manifestación de manipulación y oportunismo político al tratar un asunto tan sensible”.
El Ministerio de Exteriores cubano ha aprovechado asimismo para expresar su “absoluto y categórico” rechazo al terrorismo, “en particular del terrorismo de Estado”. “Existen sobradas razones para dudar de que el Gobierno de Estados Unidos pueda emitir una afirmación tan categórica”, ha deslizado.