Un policía secuestrado por disidencias de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el departamento de Nariño ha sido liberado durante la jornada del domingo, según ha confirmado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El organismo ha indicado que la liberación ha tenido lugar en una zona rural de este departamento y ha detallado que el agente estaba en manos de la columna móvil Franco Benavides, quien le ha entregado a una comisión formada por el CICR y Cruz Roja Colombiana y acompañada por la Defensoría del Pueblo.
“Nos complace confirmar que hemos concluido satisfactoriamente esta operación tras la cual esta persona pudo recobrar su libertad”, ha manifestado el jefe de la oficina del CICR en Cali, según un comunicado publicado por el organismo a través de su página web.
“En esta oportunidad, contamos con el valioso esfuerzo de la comunidad local para que esta finalidad humanitaria pudiera ser alcanzada. Por nuestro principio de imparcialidad, en el CICR trabajamos para ayudar a quienes sufren por los conflictos armados y la violencia, sin ningún tipo de distinción”, ha agregado.
El organismo ha destacado que las pruebas médicas realizadas al agente han confirmado que se encontraba bien para ser trasladado junto a su familia, al tiempo que ha resaltado que es la segunda operación de este tipo en menos de una semana en la zona suroccidental del país.
“Insistimos en que el CICR está dispuesto a facilitar, como intermediario neutral, la acciones que sirvan para mitigar el sufrimiento y las difíciles condiciones por las que atraviesan las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia”, ha sostenido Abbassian.
Por último, el organismo ha recordado a los actores armados en Colombia que deben respetar el Derecho Humanitario y otras normas humanitarias, así como proteger a la población civil de las hostilidades.
La liberación del agente, Tomás Andrés Blanco Rolón, ha tenido lugar apenas un día después de que los guerrilleros publicaran una prueba de vida tras su rapto el 24 de diciembre en el municipio de Rosario. Tras ello, el comandante de la Policía en Nariño, el general Pablo Ferney Ruiz, pidió a la guerrilla que respete la vida y la integridad del patrullero.