La representante a la cámara María José Pizarro, en entrevista para Confidencial Colombia, califica la presencia del exministro Alberto Carrasquilla en la Junta Directiva del Banco de la República como una vergüenza luego del estallido social y va más allá asegurando que su posible salida del cargo por Ley de Cuotas, ratifica el error de haberle nombrado.
Está de acuerdo con una posible salida del exministro Alberto Carrasquilla de la Junta Directiva del Banco de la República por la Ley de Cuotas?
María José Pizarro (MJP): Primero es una ley y en segundo lugar es una reinvindicación histórica con las mujeres. De entrada el presidente de la república se había comprometido a que tendría un gabinete paritario y eso quiere decir que habría un equilibrio en paridad de género en todas las instituciones de este país y el Banco de la República no es ajeno a este asunto.
¿Sí se sabía que debía cumplirse la Ley de Cuotas por qué entonces nombrarlo en ese cargo?
MJP: Muy seguramente es una persona a quien se quiere reivindicar luego de su fracaso con el Proyecto de Reforma Tributaria, quien muy seguramente es una pieza clave para este Gobierno y que esté en el Banco de la República para ellos es una garantía.
Pero no se puede negar que cuenta con la hoja de vida indicada.
MJP: El no debería estar en ese cargo luego del estallido social que se dio por su culpa y otra cosa es que este país debe entender que las instituciones deben ser paritarias.
¿Le parece lógico que deba salir por un tema de Ley de Cuotas y no por el estallido social que se dio con su Proyecto de Reforma Tributaria?
MJP: Lo que es una vergüenza es que el mismo presidente lo haya nombrado, eso jamás debió ocurrir porque lanzó al país a una situación bastante complicada. Ahora entonces tendrá que salir por Ley de Cuotas y no porque no merecía estar en ese cargo.
¿Está de acuerdo con la Ley de Cuotas?
MJP: Si las mujeres somos la mitad de la población, no podemos estar subrepresentadas y menos cuando hemos dado unas luchas históricas. Hay mujeres muy preparadas que esperan su turno para demostrar sus capacidades, no importa el sector político ni su ideología. Lo que importa es que hay mujeres muy buenas, aquí en el Congreso somos aproximadamente el 17%, no más, lo que quiere decir que hay una disparidad impresionante que da vergüenza.