El papel decisivo del padre en la lactancia materna

La crianza compartida es uno de los grandes avances de las familias modernas. Incluso en aspectos en los que, por pura biología, el padre no puede sustituir a la madre: el parto y la lactancia, el acompañamiento y apoyo del padre es fundamental para lograr una experiencia mucho más significativa. De hecho, con motivo de la Semana de la Lactancia Materna, la OMS destaca la importancia de que la madre cuente con apoyo familiar para que el proceso de la lactancia sea satisfactorio.

De acuerdo con Erika Vanessa López, Coordinadora Nacional de Gestion de riesgo enfermera jefe y Doula de Coomeva Medicina Prepagada, la frase «estamos embarazados» refleja una realidad en la que los padres juegan un papel cada vez más protagónico en la crianza de los hijos. Sin embargo, en su experiencia profesional de más de 12 años, ha constatado que alrededor de un 80 % de las futuras madres tienen una gran desinformación acerca de la lactancia. «Con acompañamiento, información pertinente y consejos prácticos, la mayoría de ellas, cerca del 90 %, logra una lactancia feliz».

Para la profesional, no hay que esperar al nacimiento para empezar a informarse ya que el cuerpo de la mujer desde la gestación empieza a prepararse para este proceso. Además, aclara que el acompañamiento no es solo con la mamá, sino con el grupo familiar: padre, abuelos, tías, hermanas… El momento de la lactancia puede ser un proceso largo, extenuante y desgastante en el que el apoyo familiar es decisivo para hacerlo más cómodo para madre e hijo.

Dentro de las formas en que el padre puede participar y facilitar la lactancia para madre y bebé están: acomodar almohadas para que la mamá esté cómoda, cuidar la temperatura de la habitación, aliviar la responsabilidad de la madre atendiendo a otros hijos de la pareja y, en general, compartir el momento de la lactancia de manera consciente.

Situación en Colombia

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida, y con alimentación complementaria natural y adecuada hasta los dos años o más. A pesar de esta recomendación, la práctica de la lactancia materna ha disminuido ostensiblemente en el mundo y Colombia no escapa a esta realidad: solo 1 de cada 3 niños menores de 6 meses recibe lactancia materna exclusiva; tan solo la mitad de los niños están siendo amamantados al año de vida, y apenas la tercera parte continúa amamantando a los dos años.

«En Colombia, la mamita rural suele amamantar de 1 a 2 años a sus bebés, a veces más tiempo —comenta la Doula Erika López—. Entre las mamás urbanas, el tiempo suele ser mucho menor, aunque la pandemia y el teletrabajo han permitido mejorar esta tendencia». Para la profesional de Coomeva Medicina Prepagada, la mejor forma de amamantar es a libre demanda, es decir, cuando el bebé lo pida ya que estimula la producción de leche. El pezón y la boca del bebé forman un vínculo tan íntimo que incluso hace que la composición de la leche cambie si el bebé está enfermo para ayudarlo a sanar más rápidamente.

«Todos los bebés que llegan al mundo tienen el derecho a recibir el alimento natural por excelencia: la leche de su madre, para asegurar su sano crecimiento; por su parte, las madres tienen derecho a amamantar libres de presiones sociales y comerciales, con apoyo y orientación que les permitan llevar una lactancia exitosa».

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