El senador Rodrigo Lara Restrepo, integrante de la Comisión de Paz del Congreso de la República, habló en entrevista para Confidencial Colombia, explicando los motivos que tuvo la célula legislativa para visitar la ciudad de Cali el pasado 10 de mayo y la situación que encontraron durante su permanencia.
Para el congresista el paro y todas las manifestaciones que se han visto en las últimas semanas en la ciudad de Cali, hacen parte de toda la inconformidad que existe en una región y que confluyen en un mismo sitio y que con motivo de la presentación del proyecto de reforma tributaria, estallaron.
“Uno no puede no solamente no ayudarle a las microempresas, micronegocios que es el sustento de muchos colombianos que encuentran sus ingresos allí, sino además de quebrarlos, también pretendía cobrarles impuestos de manera exagerada”.
Y añadió, “Cali es un receptor de desplazamiento económico. En Aguablanca viven en condiciones de desempleo y de pobreza más de un millón de personas. Cali tiene una tasa de informalidad extremadamente alta, es tercera en desempleo y la industria que era un orgullo y satisfacción en el Valle del Cauca se ha venido deteriorando”.
El senador Lara considera que la suma de manifestación legítima con delincuencia e ilegalidad ha hecho de Cali una bomba social que el Gobierno nacional no ha podido controlar y que tiene a la gente llena de pánico y disgusto a la vez.
El congresista considera que es irresponsable de parte del Gobierno nacional, hacer ver a la comunidad indígena como “un mal para la región”.