La Fiscalía General de la Nación identificó 438 bienes, entre inmuebles, muebles y semovientes que habrían sido adquiridos con dineros producto del narcotráfico y otras actividades criminales por el ELN.
Las propiedades, cuyo valor asciende a 35.000 millones de pesos, estaban en cabeza de una red de presuntos testaferros, conformada por personas que posaban como grandes ganaderos o hacendados para darles apariencia de legalidad a los activos ilícitos.
Estos bienes fueron ocupados en Bucaramanga, Piedecuesta y Floridablanca (Santander); Ocaña, Teorama y Convención (Norte de Santander); y La Gloria, Pelaya, Tamalameque y Río de Oro (Cesar), zonas de injerencia de Wilber Villegas Palomino, alias Carlos el Puerco, cabecilla del Frente de Guerra Nororiental del ELN.
Los inmuebles y semovientes quedaron a disposición de la sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.