Tras una semana de fuertes declaraciones entre la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno Nacional por los riesgos que corren los miembros de la comunidad Embera que se encuentran en Bogotá, tanto en el Parque Nacional como en el Parque la Florida, surgió un acuerdo entre las dos partes para trabajar de la mano en un pronto retorno y una reubicación en la capital del país para aquellos que no deseen regresar a sus territorios.
En primer lugar, la Unidad Nacional de Víctimas, la Alcaldía y el Instituto de Bienestar Familiar avanzarán en la caracterización de estos indígenas para su debida identificación. Este proceso será acompañado por la Defensoría del Pueblo y la Personería de Bogotá.
Se convocará además a una nueva reunión el próximo lunes 7 de febrero en el Ministerio del Interior para coordinar con las autoridades emberá chamí y emberá katío, las garantías de protección de sus derechos a los integrantes de las comunidades que retornarán a sus territorios.
El viceministro del Interior, Carlos Alberto Baena, coincidió con el Distrito en que no es viable registrar y reubicar comunidades indígenas en la ciudad, bajo ninguna condición.
“Queremos dar claridad que ni en Bogotá, ni en el Ministerio del Interior hay registro que acredite un cabildo o un resguardo en la ciudad, en cabeza de los pueblos indígenas Emberá, y que sus autoridades están registradas en Chocó Antioquia y Risaralda”, sostuvo.
La alcaldesa Claudia López, insistió en que “Bogotá, sus instituciones y ciudadanos, seguiremos atendiendo de manera solidaria, humanitaria y en la ruta de atención de víctimas, a toda persona, a todo colombiano o colombiana que sea víctima de violencia en nuestro país y que llegue a nuestra ciudad”.