Horacio Serpa Uribe fue el político liberal con mayor convencimiento de que la vía del diálogo con los grupos alzados armados era la mejor manera para sacar adelante a Colombia, por eso sin mirar las diferencias ideológicas que lo separaban de quienes ocuparon la presidencia de la república, ayudó a todo en cuanto pudo, incluso en San Vicente del Caguán durante el período de Andrés Pastrana.
Su vida política inició en el cargo de alcalde de Barrancabermeja, en donde además fue concejal, para luego ser diputado en la Asamblea de Santander.
Nació en medio de una familia humilde conformada por Rosa Uribe, maestra de escuela, y de José Serpa García. Al terminar sus estudios de bachillerato ingresó a la Universidad del Atlántico en Barranquilla donde estudió Derecho y Ciencias políticas.
Su esposa y compañera de toda su vida fue Rosita Moncada de Serpa con quien tuvo tres hijos (Sandra, Rosita y Horacio José).
Fue de los pocos políticos en Colombia que hizo parte de los tres poderes públicos. De graduarse como abogado, ingresa en la rama Judicial, en su natal departamento de Santander. Allí cumplió su judicatura rural como Juez Promiscuo Municipal de Tona, luego fue Juez Penal de San Vicente de Chucurí, Juez Civil Municipal de Barrancabermeja, Investigador Criminal de Santander, Juez Penal del Circuito y Juez Superior de Barrancabermeja. También fue Procurador General de la Nación.
En el poder ejecutivo ocupó el cargo de alcalde de Barrancabermeja; Secretario de Educación de Santander; ministro del Interior (Gobierno de Ernesto Samper); Embajador ante la OEA (Álvaro Uribe); Consejero de Paz (Cesar Gaviria) y gobernador de Santander. En el legislativo fue representante a la cámara y senador de la república. Fue además constituyente en la Asamblea Nacional de 1991.
Su militancia política fue al interior del Partido Liberal, a quien presidió en dos ocasiones, la primera en 1998, luego de perder su primera aspiración a la presidencia de la república frente a Andrés Pastrana y la segunda, mientras fue senador en el período de Juan Manuel Santos.
Su convicción por la paz se mantuvo incluso en los momentos más difíciles del país, especialmente en los diálogos con las Farc en San Vicente del Caguán, lo que le llevó a perder una segunda candidatura a la presidencia de la república, esta vez frente a Álvaro Uribe quien aspiró en 2002 con un discurso antisubversivo y como un militante disidente del Partido Liberal, donde están los orígenes políticos de expresidente del Centro Democrático.
Sorpresivamente y cuando nadie se lo esperaba, toma la decisión de aspirar por tercera vez a la presidencia en 2006, atravesándose a las precandidaturas liberales de Rafael Pardo, Andrés González, Rodrigo Rivera y Enrique Peñalosa. Este último retira su postulación y arma tolda aparte con una lista propia al senado y a la cámara de representantes. Serpa pierde por tercera vez, cayendo a la tercera posición, siendo derrotado por segunda ocasión por Álvaro Uribe Vélez. La segunda votación la obtuvo el Polo Democrático con el exmagistrado Carlos Gaviria.
Participó activamente en la reincorporación de grupos armados como el M19, la Corriente de Renovación Socialista, Las Farc y el EPL.
A su lado trabajaron el consejero presidencial Rafael Guarín, el gobernador de Sucre Héctor Olimpo Espinosa, el analista político Juan Fernando Londoño, la excanciller María Emma Mejía, la concejal del Partido Verde Lucía Bastidas y el presidente de la república Iván Duque, quien fue su asesor en 1998, mientras Serpa ocupó la dirección del Partido Liberal haciendo oposición al Gobierno de Andrés Pastrana Arango.
Su amistad y defensa al Gobierno de Ernesto Samper le significó su primera derrota electoral en 1998. A pesar de las diferencias ideológicas que pudieron existir entre él y Álvaro Uribe Vélez, no se puede desconocer que fueron grandes amigos.
El país despide a uno de los grandes líderes políticos de los últimos días y al último político de masas del Partido Liberal.