El director general de Janssen en España y Portugal, Luis Díaz-Rubio Amate, ha anunciado que su compañía está “probando” la efectividad de su vacuna contra la COVID-19 frente a la nueva variante ómicron, con la posibilidad de producir una “específica si fuera necesario”.
“Actualmente estamos monitorizando de manera intensa las nuevas cepas, como ómicron, que tanto está preocupando en los últimos días. Genera variaciones en la secuencia de la proteína de la espícula. Estamos probando la efectividad de nuestra vacuna contra esta nueva variante y estamos explorando el desarrollo de una vacuna específica si fuera necesario”, ha avanzado durante su intervención ante la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación del Congreso de los Diputados.
Al respecto, el dirigente de Janssen ha añadido que están “trabajando conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud, el mundo académico y distintas instituciones” para esclarecer cuál podría ser el impacto de ómicron sobre las vacunas ya aprobadas.
En cualquier caso, Díaz-Rubio Amate ha defendido que Janssen “sigue creyendo en el beneficio” que aporta su vacuna, que se suministra sin ánimo de lucro mientras dure la pandemia, “a millones de personas en todo el mundo”. “Estamos comprometidos a que siga siendo sin ánimo de lucro mientras dure la pandemia e inicialmente a un único precio a nivel mundial”, ha resaltado.
El dirigente de Janssen ha reconocido que resulta “complejo” realizar las transferencias de tecnología de la vacuna para que se pueda realizar por parte de otros centros alrededor del mundo. “Es complejo por las necesidades de equipamiento, materias primas… La transferencia de tecnología es un proyecto complejo que requiere personal cualificado y con gran experiencia”, ha explicado.
Pese a ello, ha defendido que “tener acceso a vacunas que salvan vidas no debería depender del lugar donde se vive ni del poder adquisitivo”. “Estamos especialmente orgullosos de nuestra labor para facilitar un acceso equitativo”, ha reivindicado.
Al hilo, ha valorado a COVAX como “un mecanismo esencial para que las naciones más desfavorecidas no se queden atrás”. De hecho, ha recordado que Janssen va a suministrar hasta 900 millones de dosis de su vacuna a este instrumento y a la Unión Africana a lo largo del próximo año.
“Para finales de este año, estimamos que el 60 por ciento de nuestra producción habrá sido puesta a disposición de naciones menos ricas. Y continuaremos el próximo año”, ha remachado.