La nueva presidenta de la Cámara de Representantes, Jennifer Arias, durante sus primeras semanas en el cargo, ha decepcionado a más de uno en la corporación, no solo por las demoras en la definición de la agenda de sesiones, sino además por el lento manejo que hasta el momento le ha dado a las discusiones en la plenaria.
Mientras algunos representantes se quejan porque Arias suele dilatar los temas que para ellos son de vital interés, por darle prioridad a los temas del Gobierno y por poner a discusión en los primeros puntos de la agenda asuntos de poca importancia para el país, otros en cambio se encuentran molestos porque suele iniciar las sesiones a las 4 de la tarde, otorgar al menos una hora para registro de los congresistas y por lo general, según ellos, levanta las discusiones a las 7 de la noche.
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De seguir así, el represamiento en la agenda legislativa de la Cámara de Representantes, según algunos congresistas consultados por el ‘Periodista Infiltrado’, “va a ser total”, lo que obligaría al típico pupitrazo para finales de año.