La madrugada este martes, la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), emitió un duro comunicado que deja mal parado al Gobierno del Presidente Iván Duque y a su ministro de Defensa, Diego Molano, por las graves denuncias que se han conocido en las últimas horas sobre los excesos de la fuerza pública en Cali.
“Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos durante la noche en la ciudad de Cali en Colombia, donde la policía abrió fuego contra manifestantes que protestaban contra las reformas fiscales y, según informes, mataron e hirieron a varias personas0”, dice el comunicado oficial.
Según el organismo, su oficina en Colombia está trabajando “para verificar el número exacto de víctimas y establecer cómo se produjo este terrible incidente en Cali. Los defensores de los derechos humanos también informan que han sido acosados y amenazados”.
Este es el comunicado completo de la la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).
Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos durante la noche en la ciudad de Cali en Colombia, donde la policía abrió fuego contra manifestantes que protestaban contra las reformas fiscales y, según informes, mataron e hirieron a varias personas.
Nuestra oficina en Colombia está trabajando para verificar el número exacto de víctimas y establecer cómo se produjo este terrible incidente en Cali. Los defensores de los derechos humanos también informan que han sido acosados y amenazados.
Expresamos nuestra profunda conmoción por los hechos ocurridos allí y hacemos hincapié en nuestra solidaridad con quienes han perdido la vida, así como con los heridos y sus familias.
A pesar del anuncio de la presidencia colombiana el 2 de mayo de que el proyecto de ley de reforma fiscal sería retirado del Congreso, las protestas, que comenzaron el 28 de abril, han continuado, con llamados a una manifestación masiva mañana, 5 de mayo. La mayoría de las protestas hasta la fecha han sido pacíficas.
Dada la situación extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados para vigilar la protesta, pedimos calma. Recordamos a las autoridades estatales su responsabilidad de proteger los derechos humanos, incluido el derecho a la vida y la seguridad de las personas, y de facilitar el ejercicio del derecho a la libertad de reunión pacífica.
Destacamos también que los agentes del orden deben respetar los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad al vigilar las manifestaciones. Las armas de fuego solo pueden utilizarse como medida de último recurso contra una amenaza inminente para la vida o una lesión grave.
Desde el 28 de abril, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha recibido denuncias de al menos 14 muertes en el contexto de las protestas en diferentes partes de Colombia, incluido al menos un oficial de policía.