Según un estudio de la ONG Cuso International y el Gobierno de Canadá publicado en las últimas horas, cerca de 3,2 millones de jóvenes de las clases más bajas que viven en las ciudades colombianas enfrentan precariedad laboral, situación que los aboca a permanecer en condiciones de pobreza de por vida.
“Se trata de una situación preocupante para la juventud colombiana, pues la precariedad laboral impacta sus condiciones de vida actuales y futuras, al tiempo que los aboca a permanecer en una situación de pobreza durante toda su vida”, dijo el director de Cuso International, Alejandro Matos, citado en un comunicado de la organización.
El estudio contó con información de la Gran Encuesta Integrada (GEIH) que realiza el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), presentada en el segundo trimestre de 2017, y que tuvo en cuenta factores como los ingresos, estabilidad laboral y protección social, entre otros.
La ONG detalló que la precariedad laboral, que padecen los jóvenes de estratos 1 y 2, afecta su derecho a la salud, la educación, la vivienda digna, y otros “derechos fundamentales para el ejercicio pleno de la ciudadanía”.
También agregó que las personas que obtienen un título de bachillerato “multiplican por tres sus posibilidades de tener un trabajo no precario”.
Asimismo, detalla que quienes ostentan un título técnico multiplican por 2,9 sus oportunidades de conseguir un empleo no precario.
El estudio asevera que la informalidad en los jóvenes más pobres es del 61,6 %, dos veces mas que aquellos de las clases media y alta (31,6 %).
En temas de género, la investigación arrojó que las mujeres jóvenes de estratos bajos que trabajan en el sector de servicios, comercio, hoteles y restaurantes, sufren de “mayores riesgos de precariedad laboral” que los hombres.