La senadora Piedad Córdoba, hoy se encuentra en la picota pública por cuenta de los señalamientos que en su contra hizo su exasesor Andrés Vásquez, quien fue una persona de su total confianza.
Vásquez trabajo como asesor de la excongresista en su unidad de trabajo legislativo (UTL) en el Senado, desde el año 2002, convirtiéndose en su mano derecha y la persona que le acompañaba en la mayoría de sus reuniones privadas.
Andrés fue elegido como secretario de juventudes del Partido Liberal, coincidiendo en el tiempo con el paso de la exsenadora por la presidencia de la colectividad en el año 2003. Hizo parte también del equipo de codirectores del Instituto de Pensamiento Liberal (IPL).
El entonces director del IPL, Alpher Rojas, le vende la idea a la excongresista de llevar a Andrés a la UTL, en donde se gana su total confianza. Su relación con Andrés no solo era laboral, además tenían una gran amistad, que le llevó a considerarlo como una especie de “hijo de bobo”.
Nació en Barranquilla pero vivó mucho tiempo en Bogotá, en donde estudio Ciencia Política en la Pontificia Universidad Javeriana. Conoce a Piedad gracias a un amigo con quien llega a sostener una relación sentimental, quien le lleva a una reunión donde se habló del proyecto de ley de parejas del mismo sexo y por sus opiniones y aportes llama la atención de la entonces senadora liberal.
En el año 2005, Córdoba nota que en los países de Suramérica se comienza a dar un cambio con la llegada al poder de políticos de izquierda como Lula Da Silva, Cristina Fernández de Kichtner, Michel Bachelet y Evo Morales, de donde le surge la idea de buscar la misma opción para Colombia con ella como presidenta. Es entonces cuando busca la manera de llegar hasta Hugo Chávez, asistiendo a la mayoría de eventos que este convocaba, y es precisamente Andrés en compañía de su profesor Alberto Cienfuegos en el año 2010, quien le aconsejan el uso del turbante, como estrategia para que el presidente venezolano la identificara más fácil al verla, más no como un tema de identidad con la etnia afrodescendiente como se creía, era la razón de uso constante.
Andrés se instala en Caracas, Venezuela por recomendación de Piedad para que le manejara las relaciones con Hugo Chávez y le ayudara además con el trabajo de facilitación para las liberaciones de los policías, militares y políticos secuestrados por las Farc.
Según fuentes consultadas por Confidencial Colombia, “Vásquez comienza a volverse incómodo para Piedad, por la intervención de su hijo Camilo en las gestiones que la excongresista hacía ante el gobierno venezolano y con empresarios, quien pidió se le dejara hacerse cargo de estos asuntos, hasta que logró sacar del camino al entonces asesor de la exsenadora”.
Al verse desplazados por el hijo de la excongresista, Andrés retorna a Colombia, esperando el momento para recomponer su relación de amistad con Piedad Córdoba, hecho que nunca se presenta, por lo que toma la decisión de enfocar sus asuntos laborales en la empresa privada en compañía de su esposo Felipe con quien se instaló en los Estados Unidos.