Filial del Banco Mundial no escatima en elogios para el TransMiCable de Bogotá

El sistema de transporte del tipo teleférico y subtipo cable aéreo para movilización urbana de tránsito rápido en la ciudad de Bogotá, TransMiCable, recibe elogios por parte de la comunidad internacional.

Con la publicación “Un Teleférico Llamado Desarrollo”, la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), institución mundial creada en 1956 y perteneciente al Banco Mundial, resalta las bondades del sistema de transporte que beneficia directamente cerca de 80.000 habitantes en su área de influencia (500 metros alrededor de las estaciones) y de forma indirecta a 700.000 personas en la localidad de Ciudad Bolívar en el sur de la capital del país.

“TransMiCable representa un punto de inflexión para casi 20.000 habitantes que ahora utilizan el sistema todos los días. El viaje por aire toma cerca de 15 minutos, en comparación con el promedio de una hora y 20 minutos en los anticuados buses locales con sobrecupo que transitan a través de las calles serpenteantes y en su mayoría sin pavimentar”, señala la publicación.

Asimismo, la publicación resalta que la IFC apoya el Proyecto TransMiCable como parte de un paquete de financiación de USD$140 millones para la ciudad de Bogotá que incluye la ampliación y actualización del sistema de buses TransMilenio en otras áreas de la ciudad.

“La inversión se dio tras un programa de asesoría de tres años a través de IFC Cities, iniciativa que busca mejorar los estándares sociales y medioambientales del proyecto. El programa de asesoría se implementó en alianza con la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza, SECO”, indica.

Construcción de Infraestructura y Capacidad para Construir

La ciudad de Bogotá, que cuenta con una urbanización veloz, tenía estos beneficios en mente cuando los funcionarios dieron luz verde al proyecto en Ciudad Bolívar, un área que es el hogar de más de 700.000 personas. De este número, se considera que el 90 por ciento de los residentes son personas de ingresos bajos y más del 10 por ciento viven en pobreza extrema, con menos de USD$1,20 al día.

“El objetivo principal era hacer posible que las personas pasen más tiempo con sus familias, pero estamos pensando en el desarrollo urbano. Se trataba de reactivar a una comunidad”, apunta Yaneth Mantilla, antigua directora en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) de la ciudad. De modo que una parte importante del proyecto consistía en conocer las preocupaciones de la comunidad y abordarlas, dice Mantilla.

Con información de la IFC

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