Alyssa Broughton, de 28 años, no podía permitir que Odin, un pastor alemán de cinco años, y Maisie, un cruce de pastor alemán de un año, perdieran un hogar lleno de amor.
Después de que ambos perros estuvieran a punto de ser sacrificados, Odin por agresivo y Maisie por derribar al hijo de su dueña, Alyssa, adiestradora canina profesional, quiso darles una segunda oportunidad en la vida.
Ahora han creado un vínculo inquebrantable entre ellos, así como con Alyssa, que muestra orgullosa su transformación y lo lejos que han llegado. Ella misma lo explica: “Quería mostrar la transformación de Odin con el tiempo, a medida que aprendía a sentirse seguro y a abrirse a Maisie”.
Admite que los adiestradores sienten una enorme presión por tener un perro bien educado, porque quieren que todo el mundo se encuentre a salvo y el animal feliz. “En el caso de Odin, nos aseguramos de llevar todo a su ritmo y de no ponerle en situaciones para las que no estuviera preparado”.
Bajo su experiencia, la mayoría de los perros reaccionan por miedo y, utilizan comportamientos agresivos (como gruñir, ladrar o embestir) para que desaparezca. Menos conoce de la historia de Maisie. Su familia dijo que había mordido a su hijo, para más tarde admitir que era mentira.
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