La importancia del color al interior de nuestra casa

Decorar nuestra casa es un tema que suele trasnochar a más de uno porque en cada detalle de los lugares de la vivienda va parte de lo que es la persona que la habita, reflejando sus gustos, especialmente en la definición del color que se va a utilizar para pintar los espacios interiores.

Por lo anterior, se recomienda hablar con un diseñador de interiores porque muy posiblemente él nos ayude a encontrar no sólo el tipo de material adecuado que se debe usar en cada lugar de nuestra casa. Por ejemplo, sí el graniplast se debe utilizar en la sala, cocina, habitación, etc., además de los colores.

La decoración de interiores es un arte que refleja la personalidad y las necesidades de quienes los habitan, donde para adecuar un espacio tan personal como un dormitorio, se debe tener en cuenta algunos conceptos básicos del interiorismo.

Lo primero que debemos hacer es enfocarnos en la creación y optimización de espacios interiores, y así mejorar el ambiente de quien ocupará esa habitación, recordando que éste será un refugio para el espíritu, en donde debemos combinar elementos básicos del interiorismo que se deben tener en cuenta en la decoración de un espacio tan personal como el equilibrio, ritmo, punto focal, proporción, contraste y armonía.

Nunca será lo mismo diseñar una habitación para un menor de edad, que decorar una de un adolescente. En el caso de un niño, la decoración de la alcoba debe transmitir tranquilidad, empleando colores cálidos que inviten a la relajación y al descanso. En este caso un elemento que resulta vital en la definición de su personalidad son los espejos porque estos permiten al niño observar y descubrir su cuerpo.

En la habitación de un niño no se deben dejar muebles y camas que no estén a su altura y el suelo, este debe estar libre de objeto para una fácil movilidad del menor. las superficies y el piso deben ser de un material fácil de limpiar, sin productos químicos agresivos y que no sean propensas a albergar pequeños insectos, especialmente ácaros. En cuanto a los colores es bueno pintar con tonos que den la sensación o se acerquen a una vegetación natural o fomentando la presencia de animales.

Ahora, no es lo mismo decorar la habitación de un niño al de una niña porque los gustos y preferencias son diferentes.

Por supuesto, las o las adolescentes tienen unas características muy diferentes a la de un niño porque estos querrán privacidad, autonomía y tener a sus ídolos acompañándolos en la decoración. Tanto las chicas como los chicos, quieren dormitorios decorados y equipados para guardar todo lo consideren propio.

Aquí quedan atrás los personajes que durante la infancia fueron de sus preferencias y darán espacio a la música, revistas, libros, muebles, una cama más grande, sábanas, elegir entre edredón o colcha, una alfombra, etc. Ellos ya definen lo que quieren por lo que se hace necesario escucharlos y atender sus inquietudes. No es necesario los excesos, más bien lo que se debe tratar de hacer es crear un espacio diáfano que permita, básicamente, la mejor organización interna porque el adolescente tiende a ser desordenado.

Ojalá los colores que se utilicen para pintar la habitación sean sobrios. Para estos casos se recomienda el blanco y el azul, este último en tonos muy suaves.

En el caso de personas adultas, la decoración tiende a ser más conservadora y sobria en su totalidad. Los materiales entran a jugar de una forma más armoniosa, conjugando texturas y la configuración del espacio.

De nuevo los colores en cada lugar jugarán un papel importante, aplicando lo que se como la psicología del color. De esta forma, usar tonos azules estimula la calma; los anaranjados fomentan la creatividad; los amarillos incentivan la alegría y la energía; y los verdes influencian la paz.

De esta forma vemos como el uso del color está inmerso en cada detalle del diseño de interior, no importa si estamos hablando de un niño o niña, adolescente o persona adulta.