Un tribunal de la ciudad de Ibagué, en el centro de Colombia, ha decretado este viernes prisión para el mayor de la Policía, Jorge Mario Molano, por el homicidio del joven de 19 años Santiago Murillo, quien habría sido disparado por el uniformado durante las pasadas movilizaciones del primero de mayo.
Molano, detenido el 9 de junio por orden de la Fiscalía después de que fuera puesto en libertad tras arrestado una primera vez el 6 de mayo, habría disparado en el pecho a la víctima sin que esta representara un peligro. La juez ha considerado válidas de la pruebas presentadas por la Fiscalía, entre ellas varias grabaciones.
Por su parte, el policía se ha declarado inocente y ha señalado en su declaración que disparó en cuatro ocasiones al suelo de forma disuasoria y que desde la multitud se efectuaron varios disparos contra él y sus compañeros,.
Al mismo tiempo, el tribunal ha detectado supuestas irregularidades cometidas por Molano para evitar ser procesado, incluido el pago de un millón de pesos colombianos (220 euros) por manipular un informe de balística.
Según las conversaciones a las que ha tenido acceso, el agente habría buscado el favor de un alto mando de la Policía e incluso del anterior fiscal general de Colombia, Humberto Martínez.
Por estos mismos hechos también se ha detenido al patrullero Óscar Leonardo Devia, quien ha asegurado ser víctima de un complot para responsabilizarle por estos hechos, algo que el tribunal no descarta.
El joven Murillo es una de las al menos cincuenta víctimas mortales que según las organizaciones de Derechos Humanos se han registrado desde finales del pasado mes de abril, como consecuencia de los desmanes de la Policía en la represión de las protestas contra el Gobierno de Iván Duque,