Santiago de Cali, es una de las principales ciudades de Colombia, posee una geografía extensa y variada, en Cali se pueden tener todos los tipos de clima en una sola ciudad; pujante, prospera, progresista, pero siempre en la mira de las peores inclinaciones sociales para ser epicentro de historia negativa; sin embargo nunca ha dejado de ser la sucursal del cielo, siempre ha sido un paraíso por encima de pésimas alcaldías , que han dejado en emergencia su presupuesto y sus proyecciones pero jamás en la historia reciente de la ciudad se había afrontando una administración tan indolente y descaradamente delictiva.
Hacemos referencia aquí a Jorge Iván Ospina actual alcalde, que como por chiste ha sido elegido dos veces, entendiendo obviamente que en su primera administración no fue tan indelicado con el presupuesto y disimulo un poco más y no se dejo ver “tomando prestado” tan descaradamente el presupuesto del municipio, además no sé presentaron sucesos como la pandemia por covid19 y no se afrontaron protestas que dieran oportunidad de manifestar sus grandes arraigos guerrilleros, pero esta vez ha dado una clase magistral de cómo ser un gobernante indelicado y dilapidador nivel Dios.
Recordemos que Iván Marino Ospina, reconocido guerrillero y terrorista cofundador del m19, fue el padre del actual alcalde Cali, fue abatido en los años 80 por ser un peligro social, el cual tenía en sus haberes varios atentados terroristas y la autoría de un prontuario criminal nada envidiable; si lo compramos con Gustavo Petro, Marino Ospina en el m19 era un elefante y Petro una cucaracha.
El día de la muerte de Iván Marino, se encontraba con él su hijo Jorge Iván quien para ese entonces contaba con 20 años, y desempeñaba “labores” con su padre; Jorge Iván resultó herido de bala aquel día.
Aquel joven hijo de guerrillero con fuertes resentimientos y rabias más una vida llena de inseguridades, logró llegar a la política y gracias a la influencia del narcotráfico y la llegada de población de todo el territorio nacional, Cali cuenta con nichos sociales como ciudad Bolívar o Siloé entre muchos otros, con tamaño porcentaje de votantes, el cual salió en las últimas elecciones de alcaldes a votar casi solo y como resultado se obtuvo la reelección de quien mencionamos, en vez de un gobernante menos perjudicial.
Cali se está gobernando sola, porque la gente busca la manera de protegerse con mecanismos propios e improvisados, en plena crisis sanitaria por el covid 19 y le ha tocado aprender a convalecer el virus, a base de picos, por la falta de esquemas de implementación.
Cali se gobierna sola, porque los caleños tratan de hacer uso de los servicios del municipio por encima de las trabas, dificultades e irregularidades, tratando de aplicar recursos como puedan.
Cali se está gobernando sola porque la población está dividida y sin políticas de participación ciudadana que propendieron a que exista un odio de clases inaceptable.
Cali se gobierna sola, porque sus recursos han sido mal gastados y tomados abusivamente sin que se exija al responsable una rendición de cuentas y aún así sobrevive.
Cali se está gobernando sola porque sus ciudadanos de bien están siendo víctimas de terrorismo, y no se ve por ningún lado un mandatario que haga efectivos los mecanismos de ley para proteger el patrimonio, la vida y la integridad de cada caleño.
Ojalá la población coherente de Cali despertara para tratar de hacer efectivo el mecanismo de la revocatoria y tratar de reparar el concepto de democracia ciudadana;
Ojala para las próximas elecciones de alcaldes, los caleños DE BIEN salgan a votar sin excepción porque ya saben que hay demasiado foráneo de mala calaña que elige por quienes de verdad merecen, una sucursal del cielo, por haber nacido, vivido, crecido o haber aportado a su verdadero crecimiento; ojalá esta asonada de dolor y sufrimiento sea necesaria para nunca más entregar a una ciudad tan maravillosa, en manos de cafres; ojalá los caleños recuerden está vez, que Cali, es cultura, gastronomía y salsa, no un foco de delincuencia, corrupción y violación de derechos; recordemos y actuemos que la tranquilidad, prosperidad y desarrollo de una ciudad depende de sus ciudadanos.