Al menos 15 militares del Ejército de Colombia han sido retenidos por campesinos de la zona norte del departamento de Nariño en protesta por los recientes enfrentamientos que entre las fuerzas de seguridad y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que han provocado heridas en cinco civiles.
En los últimos días se han vivido intensos combates entre el Ejército y las disidencias de la guerrilla de las FARC, en concreto con la columna móvil Franco Benavides, en la zona rural del municipio de Leiva, en el norte del departamento de Nariño.
Los lugareños han denunciado que tras los combates han resultado heridos cinco civiles, entre ellos dos de menos de 15 años. En este contexto, los campesinos han bloqueado el paso a los militares que han llegado a la zona en protesta por las heridas sufridas por algunos habitantes de la zona.
Además, los campesinos han criticado que la ofensiva ha tenido lugar solo 12 horas después de la liberación del policía Tomás Blanco, que estuvo secuestrado por las disidencias durante 72 horas.
“No podemos permitir que después de exponer nuestras vidas para presionar ante la guerrilla la liberación del uniformado, ahora sea el propio Estado quien nos corra a bala y ponga en peligro la vida de cientos de campesinos que a esa hora ya estaban en su día de trabajo”, ha afeado uno de los líderes de la zona.
Los campesinos han insistido en que “desafortunadamente los gestos humanitarios de las comunidades son respondidos con sonido de fusiles y es claro que ni a los altos mandos militares ni al Gobierno les importa la vida de sus hombres ni de la población civil”.
Por el momento, el Ejército colombiano no se ha pronunciado sobre el incidente, ni se ha referido a la retención de los soldados por parte de los campesinos. Quien sí se ha referido a los enfrentamientos ha sido la Defensoría del Pueblo, que ha confirmado que cinco civiles han resultado heridos y han sido trasladados a Pasto para ser atendidos.