Es cierto que el número de delitos que se cometen al día en las diferentes ciudades del país han aumentado, tanto, que parecen salidos de todo control, más no por esto, se debe aconsejar a la ciudadanía para que comentan actos de retaliación que en lugar de ayudar a disminuir el problema, lo van a aumentar.
No le quedó ni regular al gobernador del Meta Juan Guillermo Zuluaga, sugerirle o aconsejarles a los ciudadanos acudir a la venganza como método para combatir a la delincuencia del común. Su frase de invitación quedará en la historia: “les queremos decir a los delincuente que los ciudadanos no nos vamos a dejar amedrentar y si vemos un hecho delictivo que no ponga en riesgo mi vida, yo con mi carro lo tumbó de la moto mientras llega la autoridad y nosotros les ponemos un equipo jurídico para que defiendan a esas personas”
Para combatir la delincuencia que roba celulares, bicicletas, carteras, rompe los vidrios de los vehículos, etc., lo que se necesita es que l todo el aparato judicial del Estado, realmente estén al servicio de la ciudadanía. Por esto, lo que debió hacer el gobernador, es llamar la atención de la instituciones y no instar a que los ciudadanos de a pie se levanten en acciones violentas, que solo provocarían una verdadera hecatombe.
Si la justicia no pone de su parte, el problema de inseguridad ciudadana en Colombia no se va a acabar y por el contrario, cada día aumentará al punto en que ponerlo en cintura será una tarea titánica
Quizás cuando una situación de esas se presenta y uno es testigo de estos hechos, es claro que la adrenalina sube a la cabeza y dan ganas de cometer los peores actos sobre el que causa el mal. Sin embargo, es mejor calmarse, auxiliar a la víctima y pedir ayuda a la policía o alguna autoridad competente y dejar el asunto en sus manos, porque la intervención de un tercero solo puede traer más problemas.
El mal consejo del señor gobernador del meta, convertiría a la ciudadanía afectada en victimarios, y me va a perdonar el mandatario local, pero su promesa de ayudar a defender a quien incurra en estos hechos, no se ve muy convincente, entre otras, porque no es a la Gobernación a quien le compete este asunto, sino a la Defensoría del Pueblo.
¿Que nos garantiza que los malhechores no incrementen su violencia ante sus víctimas?; ¿Qué tal el sujeto vaya armado con revolver y termine por dispararle a quien acude en ayuda del afectado?
No debemos dejarnos llevar por los impulsos. Lo que se necesita son medidas más drásticas, programas que realmente reintegren a los delincuente a la sociedad; que el sistema carcelario se renueve; que los programas sean más estrictos, más productivos; que estén enfocados en enseñar a ser productivos, ejemplos lo tenemos en muchas cárceles del mundo.
Para mí es claro que propuestas como la pena de muerte o consejos como el del señor gobernador, no se deben, ni siquiera discutir, porque lo que nuestro país necesita para combatir la inseguridad ciudadana, es un sistema judicial fuerte y robusto, que de paso les enseñe a los delincuentes, que lo ajeno se respeta.
Por último le diré al señor gobernador del Meta, cuatro palabras: deje de ser imprudente.