Han pasado 50 años desde que el caso Watergate, considerado como el escándalo político más importante de Estados Unidos en el siglo XX, que tumbó al presidente Richard Nixon al descubrirse la trama de espionaje y escuchas que su administración llevó a cabo durante la campaña electoral de 1972, cuando cinco individuos fueron descubiertos intentando forzar la entrada de la sede del Partido Demócrata en Washington.
Cinco décadas después, el escándalo parecería tener una nueva versión, una más criolla y rudimentaria cuya trama tiene lugar en la contienda presidencial en Colombia, donde el candidato Federico Gutiérrez ha denunciado con prueba en mano lo que sería un presunto caso de espionaje contra él y su círculo más cercano al que se ha atrevido a comparar con el sonado e histórico caso norteamericano.
“Esto es una chuzada, más que una infiltración, la misma infiltración que el candidato Petro, su abogado y varios personajes de la campaña han aceptado públicamente”, dijo un enérgico Gutiérrez desde el centro de Bogotá donde adelantó agenda pública este martes.
Concretamente, el candidato Gutiérrez ha denunciado la presencia de un micrófono oculto en una de sus sedes situada en la ciudad Medellín.
Desde la campaña precisaron que, los dispositivos electrónicos instalados de manera oculta en la sede de campaña “transmitían en tiempo real todo lo que acontecía allí, las 24 horas”
El micrófono que se encontraba oculto en un balastro (dispositivo que sirve para mantener estable y limitar la intensidad de lámparas), fue hallado por un equipo de seguridad privada que contrató la campaña de Gutiérrez tras las sospechas que existían dentro de la coalición de que podrían estar siendo objetivo de algún tipo de seguimiento o filtración.
Este fue el artefacto que se encontró dentro de un balasto en la sede de campaña de Fico Gutiérrez en Medellín. El dispositivo cuenta con una memoria que registraba las conversaciones de la sede.
Muy mal que la Revista Cambio defienda a quienes chuzan solo por politiquería. pic.twitter.com/AU1LUytkeZ
— Daniel F. Briceño (@Danielbricen) May 17, 2022
Las sospechas surgieron después de que el abogado Miguel Ángel del Río dijera hace unos días en la revista ‘Semana’ que el Pacto Histórico de Petro contaba con “infiltrados” y que disponían de “una persona en cada casa electoral” con el fin de evitar que se produjera compra de votos, una de las denuncias que el candidato de la izquierda ya expuso en la segunda vuelta de las pasadas elecciones.
“Después de la confesión del abogado Miguel Ángel del Río de haber infiltrado la campaña, se contrató una empresa de seguridad para revisar todas las sedes y en la de Medellín se encontraron micrófonos. Esto se puso en conocimiento de las autoridades y estamos revisando todas las sedes de la campaña, porque nos han señalado diferentes fuentes que esto no solo pasó en Medellín”, ha contado Luis Felipe Henao, jefe de campaña de ‘Fico’.
En ese sentido, Henao cree que “esto tiene que ver con la campaña del Pacto Histórico”, puesto que habría sido no solo “confesado” por Del Río, sino también “respaldado recientemente” por el propio Petro.
Pacto Histórico se desmarca del escándalo
Desde la campana de Gustavo Petro han respondido a los señalamientos que ha hecho Gutiérrez y su jefe de debate, indicando que la presunta trama de espionaje obedece a una “reacción nerviosa” del candidato del Equipo por Colombia que hoy figura segundo en las encuestas a casi 20 puntos del candidato del Pacto Histórico.
“Creo que el nerviosismo en que está la campaña de Federico Gutiérrez, por cuenta de las encuestas, los hacen cometer imprecisiones”, aseguró Alfonso Prada, jefe de debate del Pacto Histórico.
En ese sentido, Prada también indicó que, en la campaña del Pacto Histórico, “no hay ninguna actividad ilegal”.
“Todo lo contrario, estamos denunciando y poniendo en conocimiento de las autoridades judiciales y administrativas cualquier tentativa de fraude que nos llega de esa o cualquier campaña”, puntualizó Prada.
Este nuevo escándalo que agita la contienda electoral se da a doce días de la primera vuelta cuando los colombianos están llamados a las urnas para elegir al próximo presidente (si alguno supera el 50% de los votos más 1) o a los dos nombres que se disputará el cargo en segunda vuelta en el mes de junio.