La Fiscalía ha elevado en las últimas horas a 27 la cifra de fallecidos por los enfrentamientos protagonizado a comienzos de año por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el departamento de Arauca, en el este del país.
“Una comisión especializada para el departamento de Arauca realizó una primera exploración investigativa para concentrar todos los elementos de prueba y esclarecer los homicidios ocurridos durante los primeros días de 2022 en ese departamento y en la zona de frontera con Venezuela”, ha anunciado el fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, en una conferencia de prensa.
Así, las autoridades colombianas han detallado que, entre la madrugada del 2 de enero y este miércoles se han hayado 27 cuerpoes en zonas rurales de los municipios de Fortul, Saravena y Arauquita, en Arauca; y en el municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá.
Según Barbosa, las víctimas habrían sido obligadas a salir de sus viviendas por hombres armados, e incluso “algunas habrían sido llevas a Venezuela, asesinadas y posteriormente trasladadas al territorio colombiano”. Otras fueron asesinadas en Colombia pero sus cuerpos fueron abandonados en “lugares distintos a los que residían”.
El fiscal general de la nación ha informado de que entre los fallecidos se encuentran dos mujeres, dos menores y cuatro ciudadanos de nacionalidad venezolana, si bien la Fiscalía ha constatado que “cuatro de los identificados están vinculados a investigaciones como presuntos integrantes de las disidencias del frente décimo de las FARC”.
Finalmente, Barbosa ha detallado que el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses se encuentra realizando las necropsias “con la mayor celeridad”.
Como respuesta a la escalada de violencia registrada en Arauca, el presidente colombiano, Iván Duque, anunció el desplazamiento de miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Colombia hasta el lugar de los hechos con para “garantizar le control territorial”.
Además, Duque vinculó los sucesos a grupos armados que “han tenido protección y resguardo por parte del régimen de (el presidente de Venezuela) Nicolás Maduro”. Tras esto, el ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino, definió a Duque como “el peor presidente de Colombia”.