El líder paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, en su última oportunidad de poder acogerse a la justicia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), insistió este jueves que no solo fue tercero colaborador de las autodefensas, sino también de las guerrillas de las FARC y el ELN.
“Desde mi más esencial intimidad quiero declarar que me siento profunda y sinceramente arrepentido por todo el dolor y el daño causado (…) producto de mis acciones como tercero y como combatiente”, ha pedido disculpas a las víctimas antes de responder a las preguntas de la JEP.
Antiguo jefe paramilitar del Bloque Norte de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ‘Jorge 40’ ha afirmado estar dispuesto a aceptar haber sido paramilitar y que financió a esos grupos, pero no bajo la acusación de la JEP que sostiene que en calidad de combatiente sirvió de enlace con las fuerzas del orden.
Esta es la última oportunidad que tiene ‘Jorge 40’ para acogerse a este tipo de justicia especial, surgida tras los acuerdos con las FARC en 2016, que no contempla en su jurisdicción a los grupos paramilitares. Su plan es demostrar que participó en el conflicto interno de Colombia en calidad de tercero colaborador civil.
Antes de dar pasado a las preguntas de la JEP en esta audiencia, que tendrá una segunda y última sesión este viernes 27, ‘Jorge 40’ ha pedido dar a conocer los motivos por los que no solo fue tercero colaborador de las AUC, sino también de la extinta guerrilla de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“Eso fui primero un tercero colaborador del ELN y de las FARC, eso fue Rodrigo Tovar desde 1993 hasta 1996”, ha dicho ‘Jorge 40’, quien ha achacado “al abandono y la opresión” las razones por las que “ciudadanos de bien, pacíficos, trabajadores” acabaron tomando las armas contra el Estado colombiano.
‘Jorge 40’ está dando su declaración desde la cárcel de La Picaleña, en la ciudad de Ibagué (Tolima), en la que se encuentra desde su vuelta de Estados Unidos en 2020 tras cumplir una pena de doce años por narcotráfico. Recientemente ha sido condenado a 40 años por un doble asesinato en 1999.
Al igual que otros ilustres paramilitares como Salvatore Mancuso, ‘Jorge 40’ también se sumó a la política de desmovilización del expresidente Álvaro Uribe, reconociendo su participación en más de 1.400 delitos, entre ellos 300 masacres, por los que tendrá que responder ahora si no logra agarrarse a la JEP.