Un estudio realizado por Oxfam Colombia en conjunto con Médicos del Mundo Francia y el Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder de La Universidad Nacional de Colombia, reveló que existieron adversidades en la distribución de las vacunas para el Covid19, relacionadas tanto con la escasez global, como con la especificidad de las condiciones técnicas o la falta de alianzas en la Región de las Américas para la adquisición de las mismas. Por esto, desde las organizaciones que hacen parte de la alianza en Colombia, se hace un llamado a resolver estas adversidades, incluida la liberación de las patentes de las vacunas para democratizar el acceso a la salud y disminuir las barreras a estas.
Se puede señalar que, dada una problemática preexistente con las poblaciones en situación de vulnerabilidad, hubo una acentuación de la crisis sanitaria que imposibilitó el cubrimiento de la totalidad del territorio nacional y el pleno desarrollo del Plan Nacional de Vacunación (PNV).
Entre los elementos que complicaron la administración de la vacuna, especialmente para las comunidades indígenas y las comunidades afrodescendientes, estuvieron la dificultad en el acceso geográfico, la mala calidad de la estructura vial y, muchas veces, la falta de reconocimiento del Estado a su cosmovisión (en relación a sus medicinas tradicionales y ancestrales) y su derecho a autodeterminarse, a la vez de la baja o nula infraestructura institucional del sistema de salud para atender a la población que reside en zonas de difícil acceso.
También se evidenció que la dificultad en el registro para la vacunación de la población migrante, especialmente la indocumentada, se dio en tanto que la identificación de la población a vacunar se hizo a través de los registros de fuentes oficiales, tales como las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Así, para las personas migrantes e indocumentadas, el no estar incluidas en el sistema de salud nacional, además de las dificultades para acceder a la afiliación, imposibilitó su acceso a la vacunación.
Las noticias falsas (fakenews) difundidas en muchos casos a través de aplicaciones de mensajería o redes sociales y las distorsiones en la información suministrada sobre la vacunación fueron otro factor que obstaculizó la implementación efectiva del PNV. En este caso, es imperativo un mayor acceso a canales de comunicación oficiales que consideren también el bajo acceso a dispositivos electrónicos o internet en ciertas regiones del país; y, en el caso de las comunidades indígenas, una adaptación de los contenidos oficiales pensando en su lengua e idiosincrasia.
No hubo transparencia
Aunque la estrategia de vacunación de la COVID-19 fue declarada de interés público y se reconoció la necesidad de un proceso transparente, en Colombia los contratos y otros documentos que sustententaron las negociaciones de adquisición de las vacunas no se divulgaron. En efecto, el Instituto Anticorrupción (IIEA), solicitó a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) revelar la información relacionada con el proceso de contratación entre el Gobierno Nacional y las distintas farmacéuticas para adquirir vacunas. Solicitud que fue denegada.
Oxfam Colombia hace un llamado al Gobierno Nacional para que reconozca las principales brechas en la inmunización a esta población y tome medidas en favor de quienes pueden verse mayormente afectadas por la pobreza y las desigualdades sociales intensificadas por la crisis sanitaria vivida y a otras crisis potenciales. A su vez, se llama a una mayor transparencia en el proceso de negociación de compra de vacunas e insumos médicos, pues es parte de la construcción de la legitimidad de las decisiones públicas y de las condiciones de salud de la comunidad
A su vez, Médicos del Mundo Colombia, considera que las dificultades encontradas en la implementación del Plan Nacional de Vacunación evidencian las fallas de un modelo de salud basado en los mercados regulados y el aseguramiento individual, al menos en las zonas rurales del país; y justifica la necesidad de realizar reformas estructurales en las estrategias de salud rural y la atención primaria de salud, con el fin de garantizar el derecho a la salud de todas las personas y grupos poblaciones.
Por último, el Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder, hace un llamado a que las instituciones oficiales y de la sociedad civil establezcan sistemas de información, monitoreo y divulgación de la cobertura, los precios, el estatus de las solicitudes de patentes en el país y la disponibilidad de vacunas y medicamentos a lo largo del territorio, especialmente en las zonas de menor acceso y conectividad. También a establecer mecanismos para la priorización de las necesidades de salud de las comunidades en situación de vulnerabilidad y a construir estrategias de diálogo, comunicación y reconocimiento de su cultura, de forma que las acciones en salud sean mejor apropiadas por las comunidades e impacten positivamente en su bienestar.