El representante a la cámara Mauricio Toro radicó un proyecto de ley con el que busca la prohibición de la llamadas “Terapias de conversión”, que según él, “Son una forma de tortura contra la diversidad”, y se respete la inclinación sexual de cada persona y no se le someta a estas prácticas. En entrevista para Confidencial Colombia, habla en manos de quienes podrían quedar los debates que le queden faltando al cierre del actual período legislativo, cuando termina su gestión como congresista.
¿Teme que el proyecto, recientemente radicado para debate en el Congreso con el que busca prohibir las terapias de conversión de una persona abiertamente homosexual, quede huérfano a partir del próximo 20 de julio cuando termina su período como representante a la cámara?
Mauricio Toro: Esa es una pregunta que nos hemos hecho y tenemos mucha inquietud de poder convencer a los congresistas que continúan dentro del legislativo en el próximo período para que acompañen el tránsito de lo que le quedaría faltando para culminar su trámite. Hay que dar cuatro debates, muy seguramente cumplamos con el primero. Para el siguiente cuatrienio llegan cinco congresistas abiertamente gay, en quienes esperamos depositar nuestra esperanza.
¿Ellos si cuenta con la confianza de parte de los grupos y organizaciones que apoyan este proyecto?
Mauricio Toro: Este proyecto fue construido por diferentes organizaciones y grupos de la sociedad civil. Sin duda lo que están buscando es el objetivo de prohibir estas prácticas. No tengo duda de que confíen en quienes van a llegar y den su respaldo.
¿Por qué hasta ahora presentan a consideración del legislativo un proyecto de esta envergadura?
Mauricio Toro: No sabíamos ni conocíamos casos que probaran que en Colombia existen estas prácticas. Esto se conoce a raíz de la investigación que publica la Revista Volcánica. Pensábamos que esto había quedado en los años 80 y 90 y nunca nos imaginamos que esto pasara aquí, pero gracias a esta investigación muchos colombianos comenzaron a hablar de esas terapias a los que fueron sometidos.
Representante, esto es un secreto a voces…
Mauricio Toro: En Colombia no se sabía; no hay denuncias en las Fiscalía, lo invito a que busque a ver si encuentra una sola. Fue gracias a la Revista Volcánica y a unos ciudadanos que empezaron a hablar que esto era una práctica recurrente que se daba en Colombia, no solamente por parte de algunas iglesias cristianas sino también de centros de terapias y recuperación.
¿Habló con personas víctimas de estas prácticas?
Mauricio Toro: Por supuesto. En la radicación del proyecto nos acompañaron algunas personas que dieron su testimonio durante la investigación.
¿Está dispuesto a enfrentarse ideológicamente, incluso con los grupos políticos de cristianos que se encuentran tanto en Cámara como en Senado?
Mauricio Toro: Llevo cuatro años en esa labor. Esa ha sido mi tarea en la Cámara de representantes, enfrentarme a esas formas de pensar “retrogradas, discriminatorias y no tengo miedo. Defender los derechos de la comunidad LGBTI ha sido mi trabajo. Lo seguiré haciendo hasta el último día de mi gestión como congresista.
¿Se enfrentará a todos, incluyendo al viceministro del Interior, Carlos Baena, que es cristiano?
Mauricio Toro: Contra el viceministro, ministro, presidente, contra el que sea porque la diversidad es una lucha que hace que uno no mire la estatura de quien se opone.