Representantes a la Cámara manifestaron su disgusto por la instalación de cámaras de seguridad en sus oficinas porque según ellos, “se estaría vulnerando su privacidad al interior del espacio laboral tanto de ellos como de sus equipos de trabajo”.
Al conocer la denuncia, la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes negó que se estuviese espiando a los integrantes de la Corporación y de sus equipos de trabajo.
“Respecto a las pantallas que manejan la automatización de las oficinas de los Representantes, las mismas no cuentan con ningún dispositivo de grabación, adicionalmente, dichos paneles de automatización solo pueden ser manipuladas internamente por los funcionarios de cada oficina, sin que pueda tener acceso personal externo”, dice el comunicado.
La Corporación asegura además que cualquier asunto de seguridad en las instalaciones del Congreso es responsabilidad del Senado de la República.
Por último, indicó que cámaras de este estilo solo están en zonas comunes y visibles para cualquier funcionario.