El Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional lograron la ubicación y destrucción de 10 refinerías ilegales de crudo, en zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander.
Los militares y policías llegaron hasta la vereda Caño Victoria, donde se encontraban estas piscinas artesanales con crudo hurtado del oleoducto Caño Limón-Coveñas, el cual es procesado para luego ser usado en la elaboración de sustancias narcóticas. En el lugar también se pudo evidenciar el daño ambiental que se ha generado debido a la destilación de los hidrocarburos.
En el momento de la operación fueron hallados más de 70.000 galones del hidrocarburo, 10 marcianos, 5 electrobombas, 2 plantas eléctricas, 8 piscinas para el almacenamiento de crudo, estructuras de madera y otros elementos usados para el procesamiento del hidrocarburo.
Una vez verificada la zona, se procedió con la destrucción de todas las refinerías de manera controlada. Según el análisis, estos insumos estarían avaluados en más de 500 millones de pesos.