Un decreto ordena que la estatua de Sebastián de Belalcázar en la ciudad de Calí debe volver al lugar de donde fue derribada por un grupo de indígenas Misak.
La orden señala además que esta debe colocarse con una placa que cuente los datos históricos en los que el conquistador español participó al llegar al territorio americano.
Este monumento fue restaurado desde el mes de diciembre, sin embargo, hasta la fecha no ha vuelto a su pedestal, a pesar de una orden emitida por la Personería .
El subsecretario de Patrimonio, Red de Bibliotecas Públicas e Infraestructura Cultural, Leonardo Medina, considera que de esta manera se logra superar una serie de comentarios referentes a que no se quería que regresara a su sitio habitual.
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