El año 2019 no fue un buen año para Duque

Por: Oscar Sevillano


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Oscar Sevillano

Quiera Dios que en el año 2020 el presidente de la república Iván Duque entienda de una vez que gobernar a un país no es hacer lo que a él o su partido quiere o le parece, que debe buscar un acercamiento con esa Colombia profunda para conocer los problemas que se tienen en veredas y territorios y que no son visibles en el centro del país y analizar si sus propuestas o ideas son las que se requieren y si estas necesitan revisarse para acercarlas a la necesidades de la población en estos territorios.

La impresión que dejó Iván Duque durante el año 2019 es la de ser un mandatario lejano, que solo se escucha el mismo, y que poco le interesa lo que creen o piensan los demás. Por más que el primer mandatario hable de una conversación nacional, esta no va a funcionar si su actitud no cambia y no da espacio para que la gente tenga la oportunidad de dialogar con él, en un escenario donde no medien ni asesores, ni ministros, ni mucho menos sus altos consejeros, escogiendo a las personas que pueden acercársele, libreteándoles los diálogos.

No creo que haya sido gratis la mala calificación que los empresarios nacionales dieron al Gobierno Nacional en la XXIII Encuesta Empresarial que realiza el diario La República, como tampoco creo que haya sido pura casualidad que el sondeo de líderes de opinión de Cifras y Conceptos le otorgue mala calificación.

Algo anda mal en el Gobierno Nacional y el presidente parece no entenderlo y más bien se cierra a lo que piensa únicamente él y nada más que él. No en vano nombra al periodista Hassan Nassar como su consejero de comunicaciones. El mensaje de “se hace lo que yo pienso y digo” no puso ser más claro.

No dudo de las calidades profesionales de Hassan, a quien conozco y aprecio, lo que me genera algo de prevención es su personalidad un tanto reactiva y polémica, que para un Gobierno que atraviesa una crisis por cuenta de las manifestaciones ciudadanas que han demostrado la gran inconformidad con su manera de dirigir la nación, puede ser bastante riesgosa. Ojalá esté equivocado.

En ningún momento he deseado que al presidente Iván Duque le vaya mal en su administración, porque si a él le va mal, al país entero le va mal. Por esto pido al altísimo que le ilumine y le haga abandonar esa necedad que tanto le ha caracterizado desde que asumió el poder, y se ha mostrado como un gran gobernante académico que desconoce el territorio que gobierna porque llega al poder por accidentes de la vida y no porque se haya preparado para tal misión.

Cuando conocí al actual mandatario era un joven que apenas se iniciaba en las labores como asesor político de Horacio Serpa en el Partido Liberal en el año de 1999, en donde poco le vi dialogando con la base liberal. Siempre estaba en su puesto de trabajo concentrado en sus labores académicas. Me dio la impresión de que era un tanto lejano y distante de la gente. Al parecer las cosas no han cambiado mucho.

@Sevillanoscar