“América First”, de fracaso en fracaso

Por: Jaime Polanco


Un gran obituario publicó el periódico NYT en su influyente edición de domingo. Nombre, edad, ocupación, ciudad o pueblo de origen de 1000 ciudadanos estadounidenses víctimas de la Covid-19.

100.000 vidas perdidas en sólo dos meses en Estados Unidos de América. La historia nos dirá si con otra gestión política muchos de ellos se hubieran salvado de esta tenebrosa pandemia.

“A toro pasado -como dicen los taurinos- todo es más fácil de analizar”, pero la acumulación de despropósitos, inconsistencias y mala administración de los problemas, ha puesto en la mira de la incrédula ciudadanía, al histriónico presidente de los EE.UU. No era Pearl Harbor, o las torres gemelas, ni siquiera la Guerra de Vietnam la peor de sus tragedias.

Ahora ya lo es el coronavirus. La más grande que se recuerda, sin mediar violencia en USA, en tiempos recientes. Primer fracaso para el “América First”, el eslogan más mezquino que un político puede utilizar, para menospreciar a otros, en época de crisis humanitaria.

Después de cientos de excentricidades, comportamientos xenófobos vulgares con personas y entidades, o desplantes a gobernantes de otros países, el todavía presidente Donald Trump ha terminado de dar lo peor de sí mismo. Posiblemente por su inexperiencia como líder político, por asustadizo, dubitativo y mandón.

Nadie sale de “rositas” con 100.000 muertos a sus espaldas. Segundo fracaso para el “América First”, aunque nadie sabe, con los seguidores ultraderechistas que hay en cada esquina del país.

Nadie sale bien parado después de echar a docenas de colaboradores, abroncar a periodistas o cualquier ciudadano que tenga dudas o diferencias de interpretación sobre lo que él cree que es, “políticamente correcto”. O quizás peor, las cosas que él, como si de un programa de televisión se tratara, caprichosamente y arbitrariamente decide, en contra del sentido ortodoxo de hacer política en tiempos modernos. Nadie.

Nadie sale bien parado después de más de 40 millones de empleos perdidos y el hundimiento total de la economía por las negligentes medidas económicas aplicadas, en medio de un atolondramiento presidencial sin parangón con otros países occidentales. Tercer fracaso para el “América First”, aunque los empresarios y comerciantes más conservadores le perdonen semejante desorden en sus cuentas, con tal de recibir alguna subvención del estado, para sus maltrechas empresas.

Nadie sale bien parado cuando en vez de buscar culpables cerca del círculo íntimo de poder, lo más fácil es declarar la guerra comercial o de las de verdad, que es peor, con los países que por razones tácticas hay que mantener buenas relaciones para una mejora en los difíciles equilibrios geoestratégicos.

Nadie sale bien parado cuando a las preguntas comprometedoras les voltea la cara y permite así a los halcones que le rodean, tomar las decisiones más arbitrarias y contrarias al sentido común, que se recuerdan en la Casa Blanca. Es posible que el descubrimiento de la vacuna, entre en los planes de los republicanos, para revalidar los malos augurios que muestran las encuestas.

Las elecciones del próximo noviembre serán sin duda el punto de inflexión para esta patética manera de gobernar. Los electores tendrán en sus manos la histórica decisión de bajar del poder a uno de los hombres menos representativos de la democracia norteamericana.

No es que el candidato demócrata sea la persona ideal para la solución de los problemas. Las guerras internas, han dejado al menos malo al frente del desafío presidencial. Pero su estilo de hacer política, bien aprendida de la mano de Obama, hará que las voces que representan sectores diferentes, se oigan. Su capacidad de conciliar voluntades, hará que los programas de reconstrucción nacional, sean una realidad en estos momentos tan delicados, desde el punto económico y, por supuesto, humanitario.

El liderazgo en el mundo libre hay que ejercerlo. Los países aliados son necesarios para la construcción del desarrollo económico y la consolidación de las buenas relaciones también con los que por razones políticas o religiosas, no estén en nuestra órbita de pensamiento.

Se equivocan aquellos que creen que EE.UU puede representar sólo el papel de cowboy, en la difícil tarea de la consolidación de la paz y el mantenimiento de los equilibrios comerciales. Todos los amigos son necesarios y ninguno tendría que ser excluido por caprichos personales, de visionarios de medio pelo. Cuarto fracaso para el “América First”,aunque los países aliados traten de congraciarse con la administración americana, a la que tantos favores políticos y comerciales deben.

El futuro del mundo tal y como lo conocemos está en juego. No sabemos como serán las relaciones personales o profesionales. Mucho menos las políticas, que necesariamente mantendrán los equilibrios en el orden mundial. Solamente con un liderazgo fuerte, abierto, incluyente y generoso, se podrá salir de esta tragedia con garantías de éxito y no cometer el quinto fracaso por su política de pandereta. Esas son algunas demandas que hay que exigir a nuestros políticos, para poder gobernar en tiempos de grandes retos históricos.

@JaimePolancoS


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