Las primeras víctimas que ha dejado el conflicto armado en Colombia son los niños y adolescentes que no solo se han visto obligados por los jefes de los grupos ilegales a empuñar las armas, sino que además han perdido a sus padres en medio de la guerra o han sido desplazados de sus territorios.
En mi calidad de directora de la Fundación Acuerdos Por la Paz lo he tenido que ver en los diferentes encuentros que comúnmente realizo con personas víctimas de la violencia, entre ellos, algunos menores de edad que acompañan a sus padres o a los familiares con los que viven y quienes tienen que vivir con la tragedia que ha dejado la guerra en Colombia.
Es por esto que resulta bastante injusto que el ministro de Defensa Diego Molano tilde a los menores que forman parte de los grupos armados ilegales como “máquinas de guerra”. Veo que al jefe de esta cartera no le sirvió ocupar la dirección del Bienestar Familiar porque me da la impresión de que no aprendió nada sobre la realidad infantil en los territorios de Colombia.
Puede estar seguro señor ministro que sus palabras no cayeron nada bien en la mayoría de los colombianos y si dejaron ver a un Diego Molano insensible, soberbio e incapaz de medir sus palabras. Una cosa es tener firmeza frente a las acciones violentas de los armados ilegales y otra muy distinta es mal tratar a quienes padecen los problemas del reclutamiento forzado, que es lo que ocurre con los menores que integran los grupos irregulares.
Además señor ministro, no puede pretender usted que se le felicite y se le aplauda por un bombardeo en el que no cayó el objetivo principal, que se supone era alias Gentil Duarte, pero que sí pudo acabar con la vida de un grupo de menores de edad que vaya uno a saber, de confirmarse el hecho, los motivos por los que estaban en el lugar del blanco.
Muchos menores de edad son utilizados como escudos humanos por los armados ilegales y es por eso que antes de ejecutar un bombardeo se deben realizar acciones de inteligencia militar, para saber quiénes están en el blanco, si se desconocía este hecho, es porque algo está fallando con estos operativos de investigación que no están permitiendo obtener información veraz, necesaria para estos casos.
El país espera las respuesta señor ministro, pero un consejo si le doy y es que piense antes de hablar, porque usted no ocupa cualquier cargo, es el encargado de defender la dignidad de todos los colombianos, la misma que con sus palabras atropella al referirse de esa manera a niños y adolescentes que por diferentes razones son obligados a integrar las filas de grupos irregulares.
Así no es la cosa señor ministro de Defensa, tenga claro que ahora usted es un funcionario de primer nivel en el Gobierno nacional y que como tal debe hablar, especialmente a los menores de edad, que tienen el deseo de hacer sus sueños realidad.
Yamile Vanegas
Directora
Fundación Acuerdos Por la Paz