Esta semana, escuchando las Conversaciones en las Regiones promovidas por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) en la ciudad de Sincelejo, la gobernadora de Sucre, Lucy García hizo una solicitud bastante particular al proponer “subir el subsidio a los usuarios de los estratos 1, 2 y 3 a 250 kilovatios para que así pueda bajar el valor de la tarifa en el corto plazo”, del cual no estoy en todo de acuerdo y ya les explico por qué:
En primer lugar, tenemos una realidad y es que el fenómeno de la niña no ha despegado como esperábamos, eso ha hecho que el nivel de los embalses no sea el óptimo y que evidentemente se ve reflejada en la factura de energía, tal cual hila con lo reportado por el DANE a corte de septiembre, los precios de la energía en Colombia se han incrementado en promedio un 12,9%. Seguir subsidiando es aumentar el hueco fiscal.
Lo segundo, es que no podemos seguir generando campañas apuntándole a todos lados sin enseñarle a la población, industrias y empresas cómo lograr protocolos de operación, teniendo en cuenta sus equipos y oportunidades que se dan de manera específica en eficiencia energética. Decían las abuelas cuando que “al que no le cuesta lo vuelve fiesta” y con campañas tan globales nadie las personaliza.
En tercer lugar y lo escuchamos este mes, el precio de la energía en Colombia alcanzó máximo histórico en septiembre principalmente por sequías en promedio bolsa de $1.019,41 por kilovatio hora y como valor agregando, la activación del estatuto de riesgo de desabastecimiento superó los $7.000.
No me quiero imaginar los meses de sequia estacional que tenemos los meses diciembre a febrero. Recordemos que este año el panorama fue crítico extendiéndose el verano casi hasta el mes de mayo.
Si bien es cierto, el ministerio de minas ha mencionado que no se tiene un riesgo de desabastecimiento tampoco asegura que el precio no siga en ascenso. Mi recomendación es que no hay que fiarnos y dejarle la responsabilidad únicamente a quien nos entrega el servicio, considero que es momento de buscar nuevas alternativas en nuestro hogar, industria y empresas tal cual los siguientes elementos:
Empiece por analizar cuáles son los equipos que generan el mayor consumo en su operación.
Valide si esos equipos realmente necesitan estar conectados las 24 horas.
Inicie con el ahorro en un horario off, donde duerme la operación, desconecte equipos resistivos (estufas, hornos microondas, cafeteras), incluya aires acondicionados. En su casa igualmente, encárguese de que todos los equipos queden desconectados.
A la apertura valide qué equipos realmente necesitan conectarse y cuales podríamos correr el horario de encendido.
Valide y agrupe el encendido de acuerdo esa operación y escalónelos hora a hora.
Le aseguro que no afectara su operación y tendrá ahorros del 5 al 15% de acuerdo con cada oportunidad que identifique.
No siempre la responsabilidad puede ser de un tercero, escudarse es muy fácil cuando no ves una oportunidad más allá de lo que puedo hacer internamente.
Ahora, no estoy diciendo que no haya oportunidades de mejora de estos “terceros” y lo he descrito en varias columnas anteriores, por lo menos, esperemos que se ajuste indexador de los precios al IPC, o en su defecto, seguiremos pagando ese adicional.
No hay riesgo de desabastecimiento y el papel lo aguata todo, pero ¿El bolsillo?… Quien sabe.