“El cambio climático tendrá consecuencias devastadoras para las personas en situación de pobreza. Incluso en el mejor de los casos, cientos de millones se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada, las enfermedades y la muerte. El cambio climático amenaza el futuro de los derechos humanos y corre el riesgo de deshacer los últimos cincuenta años de progreso en materia de desarrollo, salud mundial y reducción de la pobreza”.
Con estas palabras empieza su informe sobre Cambio climático y pobreza el relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema. Para Philip Alston, el cambio climático no sólo tendrá el mayor impacto sobre quienes viven en la pobreza, sino que también amenaza hasta la propia democracia y los derechos humanos. (UN News, 2019)
En el actual debate electoral se están tomando la pobreza, desigualdad y cambio climático como temas separados, lo cual es un error. Los candidatos deben estar conscientes que estos tres temas están interrelacionados, y deben tener programas que le hagan frente a las conexiones que tienen entre sí.
Para empezar, el BID afirma que en los próximos 10 años el cambio climático podría sumir en la pobreza a 100 millones de personas en todo el mundo. En este mismo informe se muestran las 3 razones por las cuales el cambio climático y las catástrofes naturales (que están directamente relacionadas) agudizan la desigualdad:
- los países, regiones y personas más pobres tienden a estar más expuestos a los impactos del cambio climático y las catástrofes naturales que sus homólogos más ricos.
- son ellos quienes pierden una mayor parte de su riqueza cuando los shocks climáticos golpean.
- dichas poblaciones disponen de menos recursos para hacer frente a los impactos negativos de los shocks climáticos.
En el mismo informe, se muestra que América Latina y el Caribe, las regiones con pobreza extrema del oeste de Bolivia y del centro y el sur de Perú son las más vulnerables a las fuertes lluvias e inundaciones. Además, en todos los países de América Latina, la temperatura está correlacionada negativamente con el PIB per cápita, de modo que los países más pobres están más expuestos a las altas temperaturas.
Según Amnistía Internacional, el derecho a la alimentación se ha visto perjudicado por la ralentización del crecimiento de la productividad agrícola en todo el mundo causada por el cambio climático. El derecho al agua está gravemente comprometido, ya que la mitad de la población mundial sufre en la actualidad de una grave carestía de agua durante al menos una parte del año, debido a factores climáticos y no climáticos. Igualmente, los derechos a la vida y la salud resultan afectados: por ejemplo, cada vez más personas mueren o padecen debido a olas de calor extremas o por enfermedades que se propagan por los alimentos o por el agua debido a los cambios en el clima.
En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de 2014 (IPCC), muestra que, con un calentamiento de 1,5°C, entre el 9% y el 18% de la población mundial se vería periódicamente expuesta a episodios de calor extremo al menos una vez cada cinco años y, con un calentamiento de 2°C, el índice de exposición llegaría a triplicarse. Si el aumento de la temperatura alcanzara unos 2°C, el número de días-persona de exposición al calor extremo se multiplicaría de manera exponencial, pasando de 15 a 170 millones. India y África Subsahariana estarían entre las regiones más afectadas.
En este mismo informe se subraya que la población marginada, discriminada y excluida de la toma de decisiones, es la que más está sufriendo y la que sufrirá los graves efectos que aún están por venir. Las consecuencias del cambio climático no se sienten de igual modo en todo el mundo: los “focos de gran vulnerabilidad humana” se encuentran concretamente en África Occidental, Central y Oriental, en Asia Meridional, en América Central y América del Sur, en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en el Ártico. Los trastornos causados por las olas de calor en áreas urbanas se concentran en la población económica y socialmente marginada, como quienes viven en asentamientos informales.
La previsión a mediano plazo es que alrededor de mil millones de personas residentes en ciudades y asentamientos a baja altitud, incluidos los pequeños Estados insulares, correrán riesgos climáticos específicos de las zonas costeras. La subida del nivel del mar representa una amenaza para la existencia de algunos pequeños Estados insulares y costas bajas. ¿Cartagena, Buenaventura, Barranquilla?
Hasta el momento no se ha pasado de propuestas vacías y aisladas que tratan de articular un programa. Tal es el caso de la flota de vehículos eléctricos de Gustavo Petro, o lo ambiental desde la perspectiva de seguridad por Federico Gutiérrez, que cierra el tema al narcotráfico.
Hasta el momento, el único candidato que trata de articular sus ideas en cuanto a lo ambiental no por su programa, sino por la calidad de su vicepresidente, es Sergio Fajardo. Quien postula a Luis Gilberto Murillo (su vice), como la persona que liderará estos temas en un eventual gobierno de centro.
Sin embargo, a pesar de los grandes nombramientos, los debates muestran la pobreza, el cambio climático y la desigualdad como propuestas en silos, muy bien compartimentadas, y sin ninguna conexión. Lo que llevaría al país a un absoluto desastre ambiental y social, y sumaria a los innumerables atrasos que ya tenemos.
Le hago un urgente llamado a los candidatos para que evidencien la conexión entre estos 3 temas, que son vitales para la población más vulnerable del país. Los subsidios, programas como familias en acción, y demás apoyos financieros, pueden ser reducidos si se toman medidas serias y rápidas para disminuir el impacto del cambio climático.
Incluso puede significar un alivio para las finanzas en el largo plazo.
PD 1: Esta semana hubo temperaturas de 40 °C (70 °F) encima de lo normal en el este de la Antártida, y 30°C por encima de lo normal en el Ártico. Desde ambos polos el mundo está ardiendo (no solo se calienta en Ucrania o en las elecciones de Colombia). ¿Cuántos titulares ‘históricos’ más, antes de cambiar?
PD 2: Lo que está pasando en los polos en este momento es aterrador. Estos eventos extremos superan las proyecciones, e indican que hemos entrado en una nueva fase extrema del cambio climático mucho antes de lo que esperábamos. El 2050 se nos adelantó, no son nuestros hijos, somos nosotros.
PD 3: ¿Las acciones contra la deforestación en La Macarena para cuándo? No es suficiente destruir el cambuche, es necesario buscar una actividad distinta para la población.