Las propuestas de los candidatos no responden a los desafíos inmediatos del país en materia ambiental, pero aún más grave, no contemplan la emergencia inmediata de hambre, inflación, falta de agua y deforestación que no son hechos de una sola cartera, y plantean ser manejados de manera individual, pero son acciones ambientales que afectan la gobernabilidad de manera transversal.
Colombia no se autoabastece con la producción local como trigo, soja o el aumento en los precios de los insumos agropecuarios, sumado a esto la crisis climática y la guerra en Ucrania crea unas condiciones como en la pandemia, únicas para el próximo mandatario.
El nuevo presidente se va a posesionar ante una posible crisis de hambre mundial debido a la inflación que según el Banco Mundial está pronosticada hasta 2024, ¿Por qué este tema no es prioridad para ningún candidato? pero si lo es, hacer promesas ambientales a largo plazo sin especificar de donde van a venir los recursos.,
Los ciudadanos necesitamos que los candidatos expliquen cómo van a sufragar los gastos para enfrentar la crisis ambiental y la transición hacia un país más sostenible y el gobernante que llegue debe explicar cómo será la atención inmediata de la crisis alimentaria que vive nuestro país, es un problema que debe ser atendido con transversalidad.
Rusia y Bielorrusia son los principales exportadores de fertilizantes. La guerra Ucrania y Rusia está activando una crisis mundial de alimentos y Colombia no se está preparando para afrontarla. De los 7 cereales solo producimos uno, el maíz y no conseguimos ser autosuficientes en este alimento. Sumado a la crisis de agua potable que tenemos y falta de alcantarillado en los municipios más apartados del país.
El aumento de los precios de las calorías alimentarias va a lanzar a millones de personas al hambre, particularmente en países de bajos y medianos ingresos como Colombia. Ninguno de los candidatos está presentando propuestas que respondan a esta potencial emergencia
Las problemáticas de esta crisis agudizan los desafíos ambientales que ya tiene Colombia.
No se trata de prometer que se va a hacer por el país a 2030 o generar metas hasta 2050 esta no es una urgencia, es una emergencia y la diferencia con las emergencias es que comprometen la supervivencia, son riesgos vitales, ninguna campaña del próximo presidente de Colombia tiene en el radar la crisis mundial de alimentos o climática.
Concretamente no hay menciones sobre la financiación para la lucha contra la deforestación, ni tampoco es claro cómo van a conseguir descarbonizar la matriz energética del país sin que esto dispare el costo del kilovatio hora generado.
Los mercados internacionales muestran que, a mayo de 2022, el índice de precios agrícolas es un 41 % más elevado que el nivel de enero de 2021. Los precios del maíz y el trigo son un 54 % y un 60 % más altos, respectivamente, que los de enero de 2021. Los precios de los fertilizantes se dispararon en marzo, subiendo casi un 20% desde enero de 2022 y casi tres veces más que hace un año. El índice de precios de alimentos y productos agrícolas de la ONU alcanzó un máximo histórico de casi 160 puntos en marzo antes de caer 1,2 o 0,8% en abril. Los índices de precios de los cereales y la carne también alcanzaron máximos históricos en marzo.