Sin duda alguna nos encontramos en un momento decisivo, me atrevo a decir que por fin una gran mayoría de la población está de acuerdo con que la guerra contra las drogas fue y es un rotundo fracaso, nos ha dejado claro que el prohibicionismo nunca será la solución porque en la libertad de decisión y la autonomía está el verdadero desarrollo de un proyecto de vida deseable y digno para las personas y porque la criminalización de consumidores y cultivadores no ha traído más que angustia y dolor a nuestras poblaciones.
Es importante resaltar que nos encontramos frente a la futura regulación de una sustancia que ha demostrado tener efectos benéficos para la salud, pero de la cual no se pueden negar también tiene efectos nocivos sobre todo por las sustancias que se liberan con la combustión considerando que su forma de consumo más común es la inhalada (1) y por lo tanto se requiere de educación y preparación para evitar complicaciones en la salud individual y en la salud pública.
Sin embargo, contamos con una ventaja al hablar de regulación del Cannabis al ser una sustancia conocida y estudiada por varios años, tenemos un mayor entendimiento de sus beneficios y sus riesgos información que podría devenir en un consumo con mayor consciencia y responsabilidad, situación que no ocurría con el alcohol y el tabaco sustancias que se publicitaban con información ambigua y que ocultaba o negaba los ya conocidos riesgos que tienen estas sustancias para la salud de las personas.
El cambio de enfoque que estamos viviendo, de una política de guerra a un enfoque de salud publica es ganador para nuestras sociedades pero no podemos dejar de lado que las situaciones que detonan el consumo de las drogas requiere de un abordaje multidimensional en el que se debe articular, el beneficio para los pacientes en el campo medicinal, el cuidado del consumidor adulto y el bienestar de las relaciones familiares que redunda en la forma en la que construimos el tejido social de nuestro país
Hasta el momento el debate en torno a la legalización del uso del cannabis con fines médicos y ahora recreativos se ha organizado en torno a la academia y a quienes tienen intereses económicos detrás del mercado, es decir hemos estado tratando de comprender las dinámicas de consumo, sus beneficios y riesgos para la salud humana y animal así como la tan nombrada potencialidad que podría tener el cannabis para aportar a la construcción social desde la reducción de los daños ocasionados por el conflicto creado por el narcotráfico y las ganancias que según muchos dicen son prometedoras para la industria y el país, pero esto no es suficiente, si tenemos en cuenta que el conocimiento sobre el Cannabis y sus implicaciones lo debe tener el ciudadano de a pie quien es quien consumirá de una u otra manera esta “nueva” sustancia y es quien requiere tener la información necesaria para tomar decisiones
En este orden de ideas las jornadas académicas, las campañas en medios de difusión masiva, conferencias y talleres pueden quedarse cortas a la hora de difundir información relevante para la sociedad, es importante lograr una sensibilización de la comunidad respecto al tema que vaya en vía de disminuir o eliminar el prejuicio que se ha construido entorno al acceso al cannabis, el estado debe comprometerse con esta labor, construyendo estrategias que permitan entender a la planta en su totalidad, bajar el discursos de las esferas académicas a las conversaciones del día a día impactando a todos los sectores de la sociedad teniendo especial incidencia en las poblaciones vulnerables que tradicionalmente resultan afectadas cuando se generan cambios relevantes en la sociedad.
Es necesario continuar con el debate porque la regulación del cannabis es una realidad que ya no da espera y es importante crear un escenario que permita una adecuada adaptación. El Cannabis o marihuana es la sustancia “ilegal” más consumida en el mundo y en Colombia (2), es más hace poco en EEUU su consumo supero por primera vez el consumo de cigarrillo (3) y la situación tiende a ser similar en otros rincones del planeta, incluido Colombia por lo tanto debemos prepararnos, desde esta columna se pretenderá brindar información pertinente para las personas, en una tónica de derechos, salud y bienestar que nos permita superar el pasado de la clandestinidad que sirvió como pretexto a estructuras criminales que generaron detrimento en la sociedad, ahora es usted quien será enteramente dueño de su decisión de consumir o no, está preparado?
Referencias
- Venegas Viviana. (Noviembre. 2014)Legalización de la marihuana, la libertad que amenaza la salud pública. Revista Chilena de Pediatria. Vol.85. Núm.6. Paginas 653 -657. Doi: 10.4067/S0370-41062014000500001
- (5 de noviembre de 2021). Las drogas ilícitas más consumidas en Colombia. El tiempo. https://www.eltiempo.com/justicia/servicios/drogas-ilicitas-mas-consumidas-por-los-colombianos-segun-estudio-552727#:~:text=El%20primer%20lugar%20lo%20ocupa,alguna%20vez%20en%20su%20vida.
- Enten Harry. (29 de agosto 2022). ANÁLISIS | Fumar marihuana es más popular ahora que fumar tabaco. CNN en español. https://cnnespanol.cnn.com/2022/08/29/analisis-marihuana-popular-tabaco-encuestas-trax/