Carta al Gobierno Nacional

Bogotá, 4 de septiembre 2024

Doctores

Ricardo Bonilla

Ministro de Hacienda y Crédito Público

María Constanza García

Ministra de Transporte

Andrés Camacho

Ministro de Minas y Energía

Cordial Saludo,

En el Gobierno que tuve el honor de integrar y el privilegio de ser su compañero, el Señor Presidente alentaba el debate buscando soluciones a los múltiples problemas que se deben afrontar en el día a día.

En el tema del precio de los combustibles tuve cordiales diferencias con el gobierno en general y en particular con el señor ex ministro Ocampo y recuerdo como en espacios que promovió el presidente Petro insistí en la fórmula para definir precios de combustibles que he defendido buena parte de mi vida pública. Es evidente que mis argumentos no ganaron el debate, pero permítanme recordarlos y con ello ayudar en una salida al conflicto social que hoy se vive por el aumento de los precios de la gasolina y el diésel.

En Colombia se sigue aplicando la fórmula “Chiqui Valenzuela” que consiste en pagar a las petroleras el barril de petróleo extraído de nuestro subsuelo a precio internacional, cuando los costos reales de producción son sensiblemente más bajos que ese precio, y de ahí nace lo que a mi parecer constituye la injusticia de pagar gasolina   y diésel colombiano como si fuese gasolina y diésel importado.

Producir un barril de petróleo en Colombia vale entre 26 y 28 dólares y nosotros hoy lo pagamos a 73 dólares, pero en este año el promedio se ha pagado a cerca de 80 dólares.

Mientras se mantenga esa fórmula, tiene razón el presidente al señalar que se subsidia el precio de los combustibles, sacando de la inversión social ese subsidio, por ello les propongo que evalúen, en el marco de la reforma tributaria o la ley de financiamiento definir un impuesto progresivo al petróleo que no desestimule la inversión en su extracción, y le entregue al gobierno unos recursos frescos que pueden usarse en la inversión social, pago de la deuda del gobierno con Ecopetrol que se dejó crecer en otros gobiernos de manera irresponsable, e incluso, para estabilizar el precio del combustible sin que se traslade su fuerte aumento a los bolsillos de los colombianos.

La propuesta que podré explicar detenidamente en el espacio que a bien sus señorías dispongan se puede resumir en la imposición de un impuesto progresivo al petróleo que inicia cuando la cotización internacional del barril de este comodity esté a 50 dólares y que se incrementaría en la medida que se eleve esta cotización, no sería extraño que en el actual contexto internacional, los conflictos del medio oriente y los de Rusia y Ucrania terminen por disparar las cotizaciones del petróleo y con ello no solo afectar las finanzas de la nación, sino generar mayor conflictividad por lo que sería la consecuente escalada alcista de combustibles.

Respetuoso de la difícil tarea que con entereza desarrollan, reciban un saludo afectuoso de quien respeta su trabajo y solo quiere aportar un punto de vista para su evaluación.

Amigo,

LUIS FERNANDO VELASCO